ENVEJECIENDO A DIFERENTE VELOCIDAD

0

Por: José Díaz Madrigal

En cierta ocasión, atendiendo una conferencia acerca del cuidado y manejo del adulto mayor; el ponente médico geriatra, arrancó la platica diciendo: Los seres humanos envejecemos a distintas velocidades. Hay quien envejece antes, por problemas cardiovasculares, otros por enfermedades gastrointestinales o reumáticas y otros tantos por una temprana enfermedad mental.

Existen también personas que conservan integras sus funciones orgánicas y psicológicas, más allá de los estándares del promedio de vida. Es normal que la capacidad del organismo humano, empieza a decaer entrando a un mayor nivel de edad. Esas declinaciones, corresponden a inevitables procesos de envejecimiento. Las funciones mentales, como el uso de la razón, van por la misma ruta de reducción de respuesta ante alguna circunstancia o estímulo externo.

El jueves pasado, por curiosidad estuve observando el debate que se dió entre el presidente Biden y Donald Trump. Éste se efectuó en la ciudad de Atlanta, sede del canal de televisión CNN, el cual tuvo la primicia para éste debate; mismo que se desarrolló a puerta cerrada, sin público; sólo camarografos, algunos ayudantes; dos moderadores y los dos candidatos.

Al momento que los aspirantes entran al escenario a ocupar su respectivo podium, se vió una marcada diferencia de estilo y tipo de personalidad. Primero arribó Biden, de corbata azul oscuro y el saco abrochado; enseguida por el lado izquierdo apareció Trump, con corbata roja y el saco desabotonado; se plantó en su lugar sin saludar a Biden.

Desde el principio Biden llegó con aspecto lúgubre y disminuido. Su voz no le ayudó, sonaba cascadita, senil, con tono de anciano apocado, enfermo, a veces incomprensible; situación que aprovechó su rival, para señalarlo que decía incoherencias o que respondía cosas que no venían al tema de la pregunta.

Joe Biden de 81 años, de lejos se notaba achacoso y de aspecto enfermizo, con la mirada baja como derrotado de antemano, asustado, con el ademán que estaba más a fuerzas que de ganas; desorientado y en verdad daba la impresión de estar confundido.

Donald Trump es 3 años menor que Biden, sin embargo daba una apariencia de que hubiera una distancia de 15 años entre la edad de ambos. Se le veía fogoso, agresivo; aunque estuviera mintiendo, las mentiras las decía con seguridad y, a pesar de que tiene un timbre de voz fea; cuando le tocaba el turno de hablar, lo hacía con destreza y facilidad.

Aun cuando entre los dos no es mucha la diferencia en edad, sin duda la vejez -dió el viejazo, decimos en Colima- le llegó más pronto a Biden que a Trump.

Sí el presidente en funciones de los Estados Unidos, conserva el valor de responsabilidad y tiene dignidad; por honor y conveniencia a su partido, debe renunciar a ser candidato.

Biden, no da para más, su estado físico y de salud mental ya no es óptimo. Luce cansado y madreado para ostentar ese altísimo puesto que tiene consecuencias internacionales y, lo más peor es que ya no piensa con claridad.

 

*Las opiniones expresadas en este texto de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles CN COLIMANOTICIAS.