TONALTEPETL

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Por: Gustavo L. Solórzano

Todos sabemos que gracias a las condiciones naturales de la tierra, la vida se extiende por todos sus bellos lugares, la Tierra recibe el calor del Sol. Algunos gases de la atmósfera lo retienen y evitan que parte de este calor se escape de regreso al espacio. Derivado de la contaminación de la atmósfera, que provoca que los gases retengan mucho calor cerca de la superficie,  las temperaturas de todo el planeta han aumentado en el último siglo y esto está generando un cambio climático a nivel mundial. Sin duda, el aumento del nivel del mar y otros cambios en el medio ambiente representan una amenaza para todos los seres vivos. Si usted que me lee es de  Colima, seguramente ha sentido el nuevo calor y ha vivido las nuevas tormentas, mucho rayo, viento  y poca agua. Si ha escuchado el término efecto invernadero, sabe que este se refiere ­­ al fenómeno por el cual la Tierra se mantiene caliente y también al calentamiento general del planeta.

Hasta hace algunos años, las temperaturas de nuestro planeta eran las más adecuadas para la vida y reproducción de la flora y la fauna. Para fortuna de otros seres vivos, estos se han adaptado mediante la evolución, en cambio el hombre no ha evolucionado y solo se ha adaptado. Hoy el ser humano es el causante de los cambios devastadores  que sufre la tierra. Una sencilla reflexión que le comparto es la siguiente, si hiciera demasiado frío, el agua se helaría y si hiciera demasiado calor, se transformaría en vapor de agua. En consecuencia, podría no servir para el consumo humano y estaría en gran riesgo su vida. Es necesario tener presente que la atmósfera de la Tierra está compuesta de muchos gases. Los más abundantes son el nitrógeno y el oxígeno (este último es el que necesitamos para respirar). El resto, menos de una centésima parte, son gases llamados “de invernadero”. No los podemos ver ni oler, pero están allí. Algunos de ellos son el dióxido de carbono, el metano y el dióxido de nitrógeno.

Se sabe que en pequeñas concentraciones, los gases de invernadero son vitales para nuestra supervivencia, cuando la luz solar llega a la Tierra, un poco de esta energía se refleja en las nubes; el resto atraviesa la atmósfera y llega al suelo. Gracias a esta energía, por ejemplo, las plantas pueden crecer y desarrollarse. Si no existieran los gases de invernadero, el planeta estaría cerca de 30 grados más frío de lo que es ahora. En esas condiciones, probablemente la vida nunca hubiera podido desarrollarse. Esto es lo que sucede, por ejemplo, en Marte. Ese es el serio problema, que la contaminación atmosférica genera un sobrecalentamiento, como ejemplo le diré que  la quema indiscriminada de combustibles fósiles, como el carbón y la gasolina y la destrucción de los bosques tropicales, entre otros, representan un grave riesgo para las formas de vida que hoy conocemos.

Indudablemente corresponde al ser humano frenar y corregir sus errores, el problema es que los grandes intereses están enfocados hacia otra parte. Seguramente el papel moneda tendrá buen sabor cuando se terminen los alimentos, cuando el destino nos alcance.

ABUELITAS

Desde el congreso estatal, los diputados se han unido para crear la Ley para la Mitigación y Adaptación enfocada  a los Efectos del Cambio Climático. Una acción plausible sin duda, porque son políticas públicas para la adaptación del cambio climático y la mitigación de sus efectos adversos en contra de la vida. Ciclo vías o infraestructura de transporte no motorizado, así como la implementación de reglamentos de tránsito que promuevan el uso de la bicicleta, so olo algunos de los aspectos que contempla esta Ley. Ojalá que todos nos sumemos a este tipo de acciones benéficas. Es cuánto.