TAREA PÚBLICA

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BANCA ABUSIVA

Por: Carlos Orozco Galeana

Ante el fuerte crecimiento registrado en los créditos de nómina en los últimos meses, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (Condusef) alertó que estos productos pueden alcanzar hasta 300% de interés. Mario Di Costanzo, su titular, informó que las quejas de usuarios de estos servicios se incrementaron a una tasa anual de 52% y 29%, respectivamente, en el periodo enero-julio de 2015.

“Hasta el momento no vemos que haya riesgos de sobreendeudamiento por parte de la población en estos servicios; sin embargo, nos llama la atención el fuerte crecimiento que están teniendo este tipo de créditos. ”Los créditos de nómina han rebasado a las tarjetas de crédito en su participación con respecto del financiamiento al consumo, pues los plásticos se han reducido de 50% a 41.8% y los créditos de nómina y consumo alcanzan ya 43.5%.

Ante este escenario, la Condusef ofrece a los usuarios utilizar el simulador en su página de internet para que conozcan a detalle tasas de interés, costo anual total, entre otras características, y puedan comparar diversas opciones, ya sea de los bancos comerciales u otras entidades financieras.

Pero hasta aquí llega esa dependencia que ofrece poca o nula protección a los millones de  víctimas de  atracos bancarios. Se conforma con difundir ocasionalmente los riesgos de caer en las garras de los usureros, pero no va más allá o empuja al Congreso federal o a su gobierno  a que se haga del lado de la gente, la parte débil.

Hace varios meses, corté mi relación con uno de los bancos más fuertes del mercado porque en vez de protegerme de la delincuencia organizada no recuperó en mi cuenta  un gasto que no hice y el cual tuve que pagar finalmente. Hablé mil veces con  funcionarios centrales, perdí otras mil horas en llamadas telefónicas y me saqué lo mismo. Por eso me perdió HSBC como cliente. Deben sufrir sin mí, quizás.  Reflexioné: lo que pago ahora de mi tarjeta en intereses, me lo ahorraré en 12 meses si la cancelo. Y así ha ocurrido, opté por una decisión inteligente. Ojalá y muchos lo hagan.

Ante esta realidad de escándalo por la voracidad bancaria, la carabina de Ambrosio, perdón, la  Condusef, informó  que de enero a julio las quejas contra los bancos subieron poquito, un  8% respecto al mismo lapso de 2014. Las tarjetas de crédito y débito siguen siendo los servicios con más reclamos. En total se contabilizaron 88 mil 418 quejas, de las cuales más de la mitad son de tarjetas de crédito y 12 mil 600 de débito.

Pero el riesgo de la clientela por los préstamos nominales es latente, silencioso. Cuando menos se acuerda el sujeto de crédito, ya está en problemas, porque envuelto en el trance decide solicitarlo sin calcular el alcance del compromiso de pagar. Y además de caros, esos créditos vienen envueltos en una propuesta atractiva y en material de colores. Te dicen que casi te salvan la vida para engancharte. En una sola vez que recurrí a ellos, al sacar mi cuenta me percaté que en dos años les pagué casi el 80 por ciento de lo que inicialmente me prestaron. Cuidado.

Cuidado porque cuando menos lo piense uno, ya está atorado de nuevo. Los bancos no tienen piedad, su función es ganar dinero, están lejos de comprender o entender razones a favor de los clientes. No saben de cuestiones de humanidad o de comprensión mínima.

El gobierno federal  no protege a los usuarios bancarios contra los bancos. Mejor dicho, les ayuda porque no se coordina con el congreso para  modificar leyes u ordenamientos que hagan esa relación equitativa, que ganen lo justo. No queda más que ser cautos o indiferentes ante sus ofertas. A los bancos interesa el dinero de sus clientes y no son solidarios. O les pagas, o te envían abogado rápidamente, o te andan encerrando en la cárcel. Con ellos no se juega.