TAREA PÚBLICA

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EDUCACIÓN NORMAL

Por: Carlos Orozco Galeana

El 64.6% de normalistas resultó no idóneo para ejercer la docencia, según los resultados del primer concurso de ingreso al Servicio Profesional Docente” afirmó Sylvia Schmelkes, consejera presidenta del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) al presentar el informe 2015 a la Cámara de Diputados.

En el caso de las normales, afirmó que los alumnos no están siendo bien preparados para ejercer la docencia,  por lo que recomendó que antes de pensar en la desaparición de las normales, debe fortalecerse su gestión organizacional y transformarlas “en verdaderas instituciones de educación superior, de mayor tamaño y con profesores de mayor nivel académico”

Schmelkes hizo un llamado a dignificar la profesión docente, a que los maestros tengan acceso a procesos de formación inicial y continua de calidad, ya que su profesionalización  es la mejor inversión para un sistema educativo de calidad.

Absolutamente de acuerdo en la propuesta de la presidenta del INEE y en la importancia que le asigna a la tarea magisterial. Seguimos tropezando en el propósito de tener una escuela y una educación de calidad en todos los niveles. Ha hecho daño los titubeos del Estado de no ir  con más decisión hacia cambios estructurales en el sistema.  Las leyes se negocian, no se cumplen. Consecuencia es el desplome  en el rendimiento escolar. Nuestros estudiantes están muy lejos de la calidad de los conocimientos que adquieren sus pares  en otras naciones, y no dudan en expresar su asombro cuando salen al extranjero y observan que  no hay sindicatos en ellas, que hay autonomía, orden escolar, participación intensa,  y comprometida de los padres de familia  frente a los procesos educativos,  y un gran aprovechamiento.

Frente a la catástrofe silenciosa de la educación,  como llamó Gilberto Guevara Niebla hace años al deterioro del sistema en todos sus niveles porque no obedece a la realidad nacional, hay una corriente muy fuerte que culpa a los profesores de sus ineficiencias cuando  se habla de porcentajes de aprobación en los exámenes para ejercer la docencia.

Como bien dice la doctora Victoria Méndez Ávila, de UPN Colima,   ¿cómo hemos de seguir humillando a los docentes  porque no tienen la preparación adecuada al ser fruto de un sistema ineficaz, insuficiente, corrompido por la política y olvidado por trivialidades?  ¿Cómo pedirles a los normalistas algo que no les hemos dado, si la semilla está vieja y quizá podrida por falta de fertilización? Si metemos migajas ¿cómo obtener un pastel suculento?

Afirmaciones contundentes las de la doctora Méndez Ávila. Si no hay voluntad política y una organización escolar responsable, las cosas seguirán igual. Los deseos de poder, las grillas, los conflictos de interés en el ámbito educativo oficial y cualesquiera otras conductas nocivas se sobrepondrán a cualquier intento de ordenar nuestra educación. La reforma educativa debe ir a fondo, pero sin hacer ascos de los maestros ni cargar la responsabilidad solamente en ellos.