DESARROLLO TURÍSTICO
Por: Carlos Orozco Galeana
Manzanillo es considerado por la Secretaría de Turismo del gobierno federal uno de los 44 destinos turísticos prioritarios de México; por ese motivo se diseñó la “Agenda de competitividad de Manzanillo”, documento cuyo fin fue el de diagnosticar su situación y proponer un programa de acción para su desarrollo turístico. Se proyecta terminar el Boulevard de Manzanillo, el teleférico, fuentes danzarinas y centro de convenciones, obras comprendidas en los 12 proyectos definidos por el gobernador Ignacio Peralta.
Entre esos proyectos se contempla también un teleférico, la terminación del boulevard costero Miguel de la Madrid, un parque metropolitano, modernización de fuentes danzarinas, una marina y rehabilitación del centro histórico, un centro de convenciones.
Precisamente, con la presencia del subsecretario de Calidad y Regulación de la Secretaría de Turismo federal, José Salvador Sánchez Estrada, se instaló hace días un grupo de trabajo para organizar dicha Agenda, en el cual participan dependencias federales, gobierno estatal, ayuntamiento porteño, Universidad de Colima y asociaciones empresariales vinculadas al sector turismo.
Esta información promisoria es avalada por el anuncio de la construcción de un acuario que ocupará una inversión de 125 millones de pesos y comprenderá más de 200 especies marinas, el cual se unirá a otros existentes en Puerto Vallarta, Baja California, y Ciudad de México, todo con un objetivo de negocios y de recreación turística.
Esta obra que se construirá es un paso en firme hacia la modernización de Manzanillo como puerto turístico. Ya hacía falta que el gobierno y las empresas dialogaran, concertaran esfuerzos y establecieran un esquema de participación económica y social que impulsara al puerto como destino ya que está urgido de recursos para ofrecer algo más digno y atractivo a sus visitantes.
Porque años han pasado y mucho bla, bla. Pocas cosas se han hecho en el puerto para lograr un desarrollo mejor. Todo se ha quedado en proyectos. Llegan los visitantes y no encuentran más que un centro urbano reducido que ofrece muy poco, algunas discoteques, algo de vida nocturna en hoteles y nada más. Sin embargo, con tan poco, los visitantes se retiran a sus lugares de origen contentos, nuestro puerto es muy bello, pero volverían más seguido si se les ofreciese algo más que eso.
Para entrar al primer mundo del turismo, Manzanillo debe mejorar muchísimo. Va en ese camino si el gobernador sigue tejiendo fino y concierta con visión e inteligencia lo que debe ocurrir ahí para crecer más, creándose a la vez fuentes de trabajo necesarias para tantos profesionistas disponibles. La construcción del acuario es buen punto de partida.
Como economista que es, Peralta Sánchez sabe que el puerto representa una oportunidad inmensa para desarrollar al estado. Con los doce proyectos programados, deben ir de la mano condiciones de seguridad óptimas y obras urbanas complementarias que mejoren el entorno comunitario.
Seguro que habrá bulla en Manzanillo porque cualquier obra que se anuncia, como el acuario, politiza el ambiente. Como ciudadanos críticos, hemos de ver las obras como una opción para que Manzanillo sea cada vez más competitivo en su turismo y su comercio. El turismo desencadena la economía, crea más opciones de trabajo y contribuye a mejorar los ingresos de la gente. Combatir cada cosa que se hace porque se tiene una visión del desarrollo distinta, no es el mejor camino para avanzar.
Me agrada que el puerto tenga otra fisonomía más agradable y persuasiva. Tiene que erradicarse el conformismo, trabajarse más, diversificarse la economía, apoyar al gobierno cuando haga las cosas bien, no entorpecer las cosas. Si se han atorado algunos proyectos portuarios es porque han cundido lo desacuerdos y la propia comunidad se ha perjudicado a sí misma.
Hay que cambiar la visión del desarrollo que tenemos, ver más allá, trabajar por un presente más grato y por un futuro con certidumbre. Este es el reto para Manzanillo y para Colima.