TAREA POLÍTICA

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LLAMADAS A MISA

Por: José Luís Santana Ochoa

El presidente la Confederación Patronal de la República Mexicana, Guillermo Brun Solórzano,  ha definido con claridad meridiana el perfil que deberán cubrir los candidatos a todos los cargos de elección popular a disputarse en Colima en los primeros meses de 2015, desde el de gobernador a los de regidores pasando por alcaldías y diputaciones locales y federales, mismo que desde su visión debe incluir los valores de honestidad, liderazgo- capacidad para identificar y detonar proyectos de largo plazo, con buenas relaciones con las instancias federales y enfocados al logro de resultados -espíritu de servicio-anteponer  las necesidades de la población a los intereses personales- austeridad y uso eficiente de los recursos, y  justicia como eje rector de gobierno, y que han brillado por su ausencia en los gobiernos marcados por la incompetencia y la quiebra financiera, por un lado; y por el otro, por el enriquecimiento sin límites ni controles de sus funcionarios, algunos de ellos de supuesta procedencia empresarial.

Si bien a la lectura de la cartilla del dirigente empresarial asistió  la mayoría de los dirigentes de los partidos políticos con registro en Colima, sólo lo oyeron por cortesía pero no lo escucharon, y aunque firmen compromisos de que ya no harán travesuras, los más probable es que no cambiarán sus criterios de nominación de candidatos porque son,  con sus honras excepciones, hijos y hermanos de la impunidad y la corrupción.

Cierto es que, como apunta Guillermo Brun Solórzano, la sociedad colimense necesita y demanda funcionarios públicos -tanto de elección como de designación-   íntegros, justos y rectos, tanto en su manera de pensar como de obrar, pero la verdad es ella que sigue estando  como los maderos de San Juan, pide y no le dan, y los dueños de la franquicias partidistas ni la ven ni la miran, ni la oyen ni la escuchan, centrados en sus propios interesen que nada tienen que ver con los anhelos y demandas de la gente, sino todo lo contrario.

Los patrones que representa Guillermo Brun Solórzano esperan de todos los funcionarios “un nivel de gasto y patrimonio personal y familiar acorde a los puestos y trayectoria personal”, equilibro de se puede medir a través de los estudios socio-económicos correspondientes, de la misma manera que los exámenes toxicológicos detectan adicciones, y los sicológicos desórdenes de personalidad, por ejemplo.

“Jamás lograremos reducir las desigualdades y carencias de nuestra sociedad, mientras se usen los recursos públicos como hasta ahora. Vemos con tristeza los múltiples y repetitivos casos de representantes populares deshonestos, coludidos con el crimen organizado, sirviéndose de sus puestos en lugar de servir a sus electores, despilfarrando recursos de los ciudadanos, y con nula o escasa visión a largo plazo. Hay partidos políticos que están protegiendo a estos servidores, prestándose a malos manejos, y no exigiéndoles el cumplimiento de compromisos y responsabilidades”, dispara certero quien no habla al tanteo.

Ante el muy fracturado estado de derecho, la laxa cohesión social y la pérdida de confianza mutua entre los mexicanos, los colimenses incluidos, los partidos políticos tienen una responsabilidad histórica, sentencia Guillermo Brun Solórzano, para quien “México necesita hoy de sus decisiones responsables, valientes, para darnos los mejores candidatos y por ende, los mejores gobiernos”. Ojalá que su llamado no tenga el mismo efecto que las invitaciones a misa hechas a campanazos.