TAREA POLÍTICA

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ERRORES Y ACIERTOS 

Por: José Luís Santana Ochoa

Después de que hace seis meses el presidente del CEN del PRI, César Camacho Quiroz, cometiera el error de nombrar a Fernando Moreno Peña coordinador regional del CEN del PRI para el estado de Colima, además de Guanajuato, Jalisco y Nayarit, sin reparar en que al hacerlo le iba a meter ruido innecesario al priismo colimense de cara al proceso electoral 2015, ha tomado la salomónica decisión de regresarlo a tierras tarascas donde en 2011 se vistió de gloria en la campaña tricolor templaria que coordinó el ahora enjaulado por nexos  con La Tuta , Jesús Reyna. El movimiento hecho por el quintanarroense mató dos pajarracos de una sola pedrada, pues al sacar de Colima a Fernando las aguas de tranquilizan;  y al meterlo a Michoacán, regresa a sus meros moles.

Verdad de a kilo es que el nuevo Secretario Regional del CEN del PRI, Melquiades Morales Flores, “un político de mucho prestigio que llega para sumarse al trabajo que viene desarrollando el PRI en el estado y que orientará los trabajos del Comité Directivo Estatal”, como opina del presidente estatal del PRI, Francisco Ánzar Herrera, garantiza la armonía entre los liderazgos priistas locales, incluidos quienes aspiran a cargos de elección popular. Conocimiento, experiencia y oficio políticos los tiene de sobra el ex gobernador poblano, estado donde, por cierto, muchos priistas y panistas añoran a Fernando Moreno Peña.

Sin aspavientos, Melquiades Morales Flores precisa que viene a apoyar y a sumarse al trabajo eficiente que viene realizando el CDE de Colima para que haya un mejor resultado, estado donde  ve “movimiento, trabajo, entusiasmo y optimismo”,  para encarar el próximo proceso electoral, evento al que confía que su partido llegará fuerte y organizado para competir y ganar, continuando “en esa misma línea de acción para ratificar el triunfo del PRI en el próximo proceso electoral”.

También poco inteligente fue  la reacción a bote pronto del primer priista del estado, Mario Anguiano Moreno, al conocer hace seis meses que Moreno Peña  tendría mano y metate en las cosas del priismo colimense. Entonces sacó de su lastimado pecho palabras que debió haberse guardado para no evidenciar la herida: “Para nadie es desconocido que  Fernando Moreno Peña nunca hubiese deseado que yo hubiese sido candidato del PRI, primero; y por lo que él declaraba, no hubiese deseado que yo fuera Gobernador, para nadie es desconocido”. A lo mejor si no hubiera acusado públicamente recibo de la afrenta, más pronto el CEN del PRI se habría llevado a Moreno Peña –  parte interesada en la disputa de la candidatura a gobernador del estado para el sexenio 2015-2021 del partido que representa – con sus pitos, sonajas y flautas a otros lares.

Ya con Don Melquiades habiendo tomado posesión en Colima, el jefe del priismo colimense quiso proyectar imparcialidad en el concurso “Bailando por un sueño”, al declararse convencido de que si quiere meterse por alguno de los aspirantes, “en lugar de ayudarlo, termina afectándolo, yo lo he vivido como aspirante y lo he estado analizando, lo que menos le conviene a los aspirantes es que se vea la mano del gobernador que quiera imponer, porque hay una reacción natural de la población de Colima de rechazo a las imposiciones, entonces eso me queda claro, no es la voluntad del gobernador y si alguno de los aspirantes considera que eso le va ayudar, me parece que va a cometer un error”. El problema no sólo es el tema de la voluntad impositiva del gobernador, sino el rechazo ciudadano que está afectando las aspiraciones de los a él ligados por relaciones de trabajo y negocios en grande como su secretario de fomento económico, por ejemplo.

 

EL ACABO  

Según el gobernador del estado Mario Anguiano Moreno, “Clemente – Mendoza Martínez, ex Secretario de Finanzas- recibió invitaciones para trabajar en la iniciativa privada, hizo sus análisis y considera que tiene mayores perspectivas, en virtud de que esta administración el año entrante termina, esa es la razón por la que decide presentar su renuncia”. ¿Quién le cree?

 

¡Cruz, cruz, que se vaya Blanca Isabel y regrese Jesús!