TAREA POLÍTICA

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GABRIELA Y VIRGILIO

Por: José Luís Santana Ochoa

En el panismo colimense dos son los cuadros más competitivos para la contienda electoral 2015: La diputada local de mayoría relativa Gabriela Benavides Cobos y el alcalde porteño Virgilio Mendosa Amezcua. La primera para retener el gobierno municipal del importantísimo bastión económico y político que es Manzanillo; y el segundo, para inaugurar la alternancia en la gubernatura del estado. Gabriela tiene en su compañera diputada federal plurinominal Martha Leticia Sosa Govea, a un peligroso escollo; Virgilio, a quien en 2012 fue rechazado por los electores de todo el estado pero pese a ello llegó al Senado de la República por la puerta trasera, Jorge Luis “Bueno para México, mejor para Colima” Preciado Rodríguez.

En lugar de cerrar filas en torno a sus dos principales figuras, algunos jefes de familias panistas colimotas alientan las locas aspiraciones de Martha Leticia y Jorge Luis, para meterle ruido al proceso decisorio interno panista orientados por la consiga “divide e impera”, en lugar de centrarse en fortalecer a sus más competitivos compañeros para que les hagan frente y les ganen a los priistas más pintados. Por su parte, el dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero Muñoz, no repara en tan burdas jugadas, pues es su reciente visita a Colima mencionó a su impresentable coordinador de la bancada panista en la Cámara de Diputados como posible candidato a lo mismo que Virgilio Mendosa Amezcua.

Si para lograr la candidatura que pretende, Gabriela cede y le concede a la cónyuge de Ignacio Rodríguez García, las regidurías y cargos en la hipotética próxima administración municipal panista de Manzanillo que cree valer , por un lado; y por el otro, a Jorge Luís Preciado Rodríguez la candidatura de la diputación local del Distrito Once para su ex yerno “El Mono”, verá seriamente disminuidas sus probabilidades de alzarse con la victoria el domingo 7 de junio de 2014, así tenga el respaldo de piquistas y naboristas.

Si Gabriela y Virgilio saben contar, no deben hacer cuentas alegres del hipotético respaldo que recibirán de la dirigencia formal del panismo colimense, y ser conscientes de que lo único apoyo contante y sonante para ellos y sus proyectos político-electorales de cara al 2015, será el que logren con los panistas de a pie, la gente de otros partidos y los ciudadanos son militancia partidista. Ciudadanizar sus proyectos es la clave, pues con compañeros de partido proclives a los arreglos en lo obscurito no llegarán ni a la esquina, “cuantimás” a Juárez 100 y a Palacio de Gobierno.

Y es que ni Pedro “el más priista de los panistas” Peralta Rivas ni el plurinominalero Fernando Antero Valle, mucho más Jorge Luís, están diseñados para jugar derecho sino todo lo contrario. A ellos sólo les importa satisfacer sus intereses personales y grupales, no concretar proyectos partidistas de gran visión como lograr la alternancia en la gubernatura o ser mayoría en el Congreso del Estado. Lo suyo son las “concertacesiones” a cambio de beneficios económicos. Los valores, principios y convicciones panistas nada les importan. No se han corregido ni con las confesadas que les ha dado la santa laica del panismo nacional, Elenita Álvarez de Vicencio Tovar.

Jorge Luis y Pedro tienen la misión de impedir las candidaturas de Gabriela Benavides Cobos y de Virgilio Mendosa Amezcua, así como Francisco Zepeda González y Nabor Ochoa López la del priista Fernando Morán Rodríguez. Si no logran atorarlos al interior de los partidos a que pertenecen, les queda el recurso de fastidiarlos durante sus respectivas campañas. Sobre aviso no vale la justificación de que los bolsearon como a Chuchita. Si no, como siempre, al tiempo.

EL ACABO

“No le voy a discutir nada al Presidente, yo voy a hacer estrictamente lo que el Presidente me diga, y a donde me diga que yo me vaya, no se me va a mover ni media ceja, y le voy a decir: ‘Sí, Presidente, lo que usted ordene: José Ignacio Peralta. Sin comentarios.