Por: José Luís Santana Ochoa
CON LOS MOTEROS TOPÓ
El priista coordinador del Congreso del Estado, Martín Flores Castañeda, quien ve a los ciudadanos colimenses como lo hace con su dócil rebaño sindical, y trata a sus compañeros diputados locales cual dependientes y subordinados, nunca esperó que los miles de motociclistas que circulan por la geografía estatal le salieran respondones. Tan seguro estaba de que los moteros no le brincarían si les imponía la obligación legal de portar chalecos con grandes números grabados por delante y por detrás, correspondientes a los de las placas de sus motos, que no se tomó la molestia de conocer su opinión previa al respecto. ¡Y en su soberbia está llevando la penitencia!
Tampoco se ocupó el padre de la alternancia política en el estado, Coquimatlán 1994, de convencer a los otros 24 integrantes de la LVII Legislatura Estatal de las supuestas bondades de su proyecto según él pensado para bajar drásticamente el número de asesinatos cometidos por sicarios montados en motocicletas. Sin miramientos, hizo mayoría simple con los votos de tricolores y panalistas, algunos de ellos ya arrepentidos por el costo político que tendrán que pagar de cara al 2015, mismo caso de los tristemente abajo- firmantes “líderes” de organismos empresarias a quienes se los llevó al baile con declaraciones de respaldo a tan impopular medida para luego dejarlos hablando solos.
Soberbio, Flores Castañeda veía venir la tempestad y no se hincaba; al contrario, seguía viendo y tratando a los moteros como Dios a los conejos, hasta que le quitaron su risita burlona que a punto estuvo de llegar a mayores. Montado en su macho, en lugar de abrirse al diálogo con los protestantes, les soltó toda una verborrea legaloide para, en vano, evadir su responsabilidad en el desaguisado legislativo.Pudo haber requerido la devolución del decreto para hacerle las correcciones pertinentes pero no lo hizo, en lugar de ello, esperó a que el Ejecutivo le corrigiera la plana.
Como las protestas de los moteros estaban siendo consignadas en forma puntual y objetiva desde la Curul 26, para cortar de tajo tan leídos y consultados partes de la guerra librada en el Congreso del Estado entre ellos y los diputados priistas-panalistas, incluido el deslinde de las mentadas de madre que a su favor hizo el verde ecologista Mariano Trillo Quiroz, represor como siempre ha sido, Flores Castañeda “concertó” con los dueños de la Universidad de Colima que es “sagrada y orgullo de los colimenses”, el retiro fulminante del cronista que, por cierto, hace unos días había sido premiado por el mismo Congreso del estado de Colima como exponente de ese género periodístico. Para suerte de Martincillo, los periodistas no son como los moteros, nunca protestan cuando el poder inquisitorial castiga las voces disidentes.
Las oportunas y atinadas intervenciones del Gobernador del Estado, Mario Anguiano Moreno, y del Secretario de Gobierno, Rogelio Humberto Rueda Sánchez, que dejan sin efecto la obligación del enchalecamiento forzoso, le ha sacado las castañas de la lumbre de Flores Castañeda, pero no lo libera de la condena ciudadana a su desaseado proceder; tampoco, lo saca de la mira de los combativos moteros con quienes, en mala hora para él, topó como en pared rocosa.
Con cuadros tan cuadrados como Martín Flores Castañeda, nada bueno le espera al Partido Revolucionario Institucional en Colima el domingo 7 de julio de 2015. Si no, al tiempo.
EL ACABO
– Nerviosos, muy nerviosos, tiene a gerentes y subgerentes orozquistas-nanoristas, la próxima sesión extraordinaria del Concejo de Administración de la Administración Portuaria Integral de Manzanillo, programada para el martes 15 de julio de 2014.
– Cunde el desánimo entre los más connotados naboristas porteños ante la pérdida de gas de su multicolor líder Nabor Ochoa López, a quien ya veían sentado en la grande el 1 de noviembre de 2015.