TAREA POLÍTICA

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LA CULPA ES DE NABOR

Por: José Luís Santana Ochoa

Como aquí se pronosticó que sucedería, el golpe de partido que en el proceso electoral en curso le ha propinado al priismo porteño y al colimense en general, el ex priista, ex panista y ahora verde ecologista, supuesto amo y señor de la plaza política de Manzanillo, Nabor Ochoa López, al despacharse el pozole con la cuchara grande imponiendo a su pelele Francisco Zepeda González como candidato del PRI a presidente municipal y llenarle su planilla de regidores con naboristas puros; imponer a la piquista Rosario Yeme López en la candidatura a diputada por el Distrito Electoral Local Número Doce; y a su comadre Martha Martha Meza Ortegón por el Catorce; más la confusión cromática que provocó entre el electorado con su doble juego como coordinador de la campaña peraltista en el Segundo Distrito Electoral Federal y al mismo tiempo promotor de las candidaturas de Ernesto Márquez Guerrero, Esmeralda Cárdenas Sánchez, Audel Mendoza Virgen y Horacio Mancilla González, a presidentes municipales de Armería, Colima, Ixtlahuacán y Minatitlán, respectivamente, para hacerles desleal competencia a los contrapartes tricolores, tiene hundido, con el pico clavado, a Zepeda González; y anclado a Peralta Sánchez en el Puerto.

El hijo de Doña Nico se le volvió a vender a la cúpula priista como hacedor de milagros electorales, igual que en 2009 y 2012, al grado que lo dejaron hacer y deshacer a su antojo no sólo en el municipio de Manzanillo donde desde hace rato ya apesta, sino en los otros mencionados en el párrafo anterior. También, en el equipo de campaña de José Ignacio a cuyos integrantes ha traído entripados sin que éste imponga orden y concierto corriéndolo a escobazos. En peor situación está Francisco Zepeda González, directo perjudicado por su padrino con quien en mala hora se ayuntó, además de ser víctima de sus propios errores. A tres domingos de la cita en las urnas, el “científico” condenado está a la aplastante derrota que le propinará su adversaria panista Gabriela Benavides Cobos. Al tiempo.

De la quema electoral a todo lo que apesta a Nabor tampoco escaparán sus candidatos a diputados locales Rosario Yeme, Sergio Sánchez y Martha Meza. La única priista que puede ganar el domingo 7 de junio próximo en el Puerto es Armida Núñez García, vilmente traicionada en 2012 por Nabor y Francisco. Ella, inteligentemente, puso tierra de por medio con el par de malandrines de la política porteña, y centró su atención, recursos y esfuerzos a promover su propia candidatura sabedora de que no hacerlo así se la llevará el tren, pues ¿con qué cara pediría el voto para quien – Francisco Zepeda González- le jugó contras en la contienda electoral anterior? El posicionamiento que Armida ha logrado en las preferencias de los ciudadanos del Distrito Electoral Local Once permiten pronosticar su victoria en las urnas el domingo 7 de junio de 2015 sobre el panista Alejandro García Rivera que busca ya a quien culpar de su inevitable derrota cuando él es el único responsable de haber forzado situaciones para imponerse en la candidatura sin tener ni el perfil ni la aceptación ciudadana requeridas para entrarle a la danza electoral con probabilidades de éxito.

A pesar de que el candidato a regidor del PRI al cabildo porteño, Fernando Morán Rodríguez; y su institucional y eficaz equipo de activistas y movilizadores, entregados están de llenó a promover la candidatura de Francisco Zepeda González, poco han podido avanzar ante el fuerte rechazo de los porteños demasiado baleados ya por las reiteradas deslealtades y traiciones de la pareja Nabor- Francisco. Como la gente se niega a volver a respaldarlos, el par de aretes se van por la vía fácil de culpar a los priistas-priistas como Armida Núñez, Morán Rodríguez y sus simpatizantes, cuando la verdad es que no son hacedores de milagros como el de levantar políticos quemados.

Como Zepeda González ya no es rescatable, el mañoso NOL terminará abandonándolo a su suerte, al mismo tiempo que, como le hizo en 2009 con Mario Anguiano Moreno, se adjudicará la victoria de José Ignacio Peralta Sánchez, en caso de darse; de lo contrario, inculpará a Virgilio Mendoza Amezcua. Así de predecible es el chango viejo incapaz de aprender maromas nuevas. Otra vez, al tiempo.

EL ACABO

* El periodista porteño Horacio Archundia planteó en su colaboración del lunes anterior, publicada en El Correo de Manzanillo, “Quodscripsi, scripsi”, publicó la pregunta que todos los colimenses se hacen, incluidos los priistas inteligentes: ¿Si Jorge Luis es tan malo como lo pintan, tan poca cosa como dicen, tan ruin como lo catalogan, por qué le dedican tanto tiempo a descalificarlo y a enfrentarlo? Y él mismo da la respuesta: “Jorge Luis Preciado Rodríguez logró crecer políticamente de tal forma que puso en riesgo el que parecía invencible proyecto del vetusto partido de la Revolución en Colima. Así nomás”.

* A propósito, para los panistas renegados Enrique Silva Alcaraz y Familia, incondicionales del coordinador de coordinadores, el jefe de jefes, de la campaña nachista, Pedro Peralta Rivas, Jorge Luis Preciado Rodríguez es “falso, mentiroso, deshonesto y tramposo”; José Ignacio Peralta Sánchez, una persona “seria, honesta y preparada”. Sin comentarios.

* Les tronó el cohete con su satélite Centenario a los altos funcionarios de la SCT, pero como siempre, no hay responsables. ¿Regresarán los moches que por el otorgamiento de tales contratos se estila? Es pregunta.