TAREA POLÍTICA

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¡A LA BÁSCULA!

Por: José Luís Santana Ochoa 

Los dos últimos gobiernos estatales priistas son percibidos como los más corruptos de la historia de Colima, aunque no tan alejados de lo que fueron el Zamorato y el Fernandato. Se presume que el encabezado por el tecomense Jesús Silverio Cavazos Ceballos sustrajo del presupuesto millones de pesos que fueron a parar a sus familiares, socios y prestranombres, sin que hasta la fecha autoridad alguna se haya ocupado de investigar en serio y a fondo tal desviación de recursos públicos, mucho menos en recuperar y meter al bote a los actores del robo en despoblado a los colimenses; al contrario, varios de ellos brincaron tan campantes como Don Sebas hacia la administración Anguinista. El enriquecimiento súbito y explicable de prominentes miembros del “Iguana Power” que devino en “Lagartija Power” , los nuevos ricos de Tecomán, generó el voto de castigo al PRI en las elecciones de 2009 auspiciado por los muy lastimados agroproductores y empresarios de viejo cuño, los que necesitaron décadas para hacer sus patrimonios.

Los carranclanes Siveristas-Anguinistas brincaron como cucarachas en quemazón ante los certeros señalamientos formulados recientemente  en el sentido de llamarlos  a cuentas por el  enorme daño que le han hecho a las finanzas públicas estatales en perjuicio de los bolsillos de los colimenses que, como siempre, pagarán el principal y los intereses de la enorme deuda adquirida por el irresponsable y opaco gobierno de Mario Anguiano Moreno, servicio a la deuda pública que impactará negativamente la economía estatal al menos durante el próximo sexenio.

La fórmula que no han querido aplicar todas las contralorías habidas y por haber, los fiscalizadores ciegos o de vista gorda, el OSAFIG, la Auditoría Superior de la Federación, el SAT y demás yerbas, es muy simple: voltear de cabeza a quienes hayan sido responsables de la comisión de raterías en el desempeño patrimonialista de los cargos que tan indignamente han ocupado en los gobiernos Silverista y Marista; y  acudirlos de las patas y “a ver qué le sale a cada quién”. No hay de otra.

En lugar de pedir pruebas como lo hacen en automático los defensores de oficio del permisivo con sus cuates gobernador Mario Anguiano Moreno, debieran exigirle explicaciones claras, ciertas y verificables, de a dónde fueron a parar los tres o cuatro mil millones de deuda neta contratada por su administración de primeros lugares nacionales en todos los rubros habidos y por haber del quehacer público estatal, empezando por el costo de la compra de tales reconocimientos y de la difusión masiva de los mismos como lo hizo so pretexto de su Quinto Informe de Gobierno. Sería interesante que empezara con el tema del destino que le dio a los mil 200 millones de pesos contratados dizque para reparar los daños causados por el ciclón Jova, y de los cuales todo mundo sabe a los bolsillos de quiénes fueron a parar  seiscientos millones de ellos.

También MAM y sus defensores periodísticos de última hora deben explicar el paralelismo que se ha dado entre el deterioro de las finanzas públicas estatales y el enriquecimiento sin límites ni controles, grosero, de al menos media docena de sus más cercanos “colaboradores”. Como que no cuadra la coexistencia de un gobierno empobrecido y sus principales funcionarios enriquecidos hasta la ignominia. Otro interesante tema es el de las casas blancas colimotas y poderosa constructora local.

Más que una estrategia de tres puntos para resolver el desaguisado de la deuda pública de la admiración estatal como propone el candidato de la alianza PRI-PVEM-PANAL a la gubernatura del estado, José Ignacio Peralta Sánchez, misma que contempla acciones para mejorar la eficiencia administrativa del próximo gobierno estatal que se traduzca en  ahorros y liquidez para pagar la deuda o  no mermar la capacidad operativa; y hacer una  restructuración financiera y  planteamientos de apoyo al Congreso Federal, Cámara de Diputados e incluso al Gobierno de la República para mejorar el “perfil de la deuda”, lo que los electores quieren de los candidatos a  suceder en el cargo a Mario Anguiano Moreno, es su garantía de que no se pelarán con todo y cuerda los bribones Siveristas y Anguianistas señalados  como saqueadores del erario público. Devolver lo sustraído y pagar con cárcel los delitos patrimoniales cometidos, es lo que debe proceder. Nada más pero tampoco nada menos.

No se vale irse por la tangente en el tema de la recuperación de cientos de millones de pesos que todo mundo sabe a qué funcionarios Silveristas y Anguianistas fueron a parar, sino directo y al grano exigiendo que los suban a la báscula de la justicia, que les esculquen todos sus recovecos y que los hagan devolverle a los colimenses el dinero que les robaron, pues no es justo que, otra vez, paguen los mismos de siempre.

 

EL ACABO

  1. Por algo será que Colima ocupa el sitio 26 según los indicadores del Índice de Corrupción y Buen Gobierno de Transparencia Mexicana y de la Percepción de la Corrupción de Coparmex, Fundación Konrad Adenauer y la Consultora Polilat. El gobierno Anguianista tiene todavía 7 meses para alcanzar el lugar de honor, el número 32.
  2. ¿A quién irá a imponer el ahora verde ecologista Nabor Ochoa López como presidente del CDE del PRI en sustitución de Don Tamacuas? Es pregunta.