Revelan múltiples irregularidades en estudio de impacto ambiental de hidroeléctrica de Armería

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Juan Carlos Flores|COLIMANOTICIAS

Colima.- La organización ecologista Bios Iguana, A.C. denunció diversas irregularidades en el estudio de Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) llevado a cabo para instalar una hidroeléctrica en el río Armería.

A través de un comunicado, el grupo de activistas hizo hincapié en las graves consecuencias que traería la instalación de esta planta, impulsada por grupo Enersi, S.A. de C.V., especialmente en la zona de Zacualpan e insistió en que el verdadero interés es para abastecer de agua a una potencial mina de oro y plata que se pretende instalar en la zona.

De acuerdo a las buenas prácticas internacionales, señaló el comunicado, tendría que haberse llevado a cabo un examen para evaluar posibles alternativas a la construcción de este proyecto hidroeléctrico, y previamente a la elaboración de la Manifestación de Impacto Ambiental se tendría que haber hecho una Evaluación Ambiental Estratégica (EAE) que definiera si este proyecto es realmente necesario o no.

En el estudio sólo se presenta la definición de una EAE (página 902), indicando que “es el proceso sistemático mediante el cual se consideran los impactos ambientales de políticas, planes y programas y cuyos resultados apoyan la toma de decisiones en los niveles iniciales con el objeto de alcanzar un desarrollo sustentable”, sin embargo no se aborda este proceso con mayor profundidad, ni se abordan a profundidad los impactos acumulativos y sinérgicos, que de acuerdo a la Guía de la SEMARNAT para la elaboración de una Manifestación de Impacto Ambiental modalidad Regional (MIA-R) en su página 4, deberían de preverse en el marco de una MIA-R.

Tampoco se presenta evidencia de que se hayan realizado estudios sobre la dinámica de sedimentos de la cuenca, “lo cual resulta sumamente preocupante y pone en duda toda la información concerniente a éste y otros aspectos”.

“En la página 363 (de la MIA) se afirma que el área que corresponde a la derivadora actualmente no tiene ningún uso (…), nos preguntamos: ¿Un uso para qué o para quién? ¿Por qué no se reconocen los usos y funciones propios de los ciclos de la naturaleza y sólo se reconoce a la naturaleza como una proveedora de ‘recursos’ para el ser humano? ¿No es ésta una visión sumamente antropocentrista que va en contra de los principios de sustentabilidad que el propio estudio presume priorizar?”.

Se identificó la leyenda “¡Error! No se encuentra el origen de la referencia” en por lo menos 7 ocasiones (páginas 31, 36, 63, 64, 536, 540, 545) y también se observó 18 veces la leyenda: “¡Error! No hay texto con el estilo especificado en el documento” (páginas 18, 21, 35, 36, 63, 65, 536, 544, 545).

“¿No se hicieron acaso las revisiones necesarias para evitar este tipo de errores? Si se presentan este tipo de errores de forma, ¿cómo asegurar que no hay errores de fondo más graves?”, se estableció.

Por otro lado, prácticamente todos los mapas y sus cuadros de acotaciones son presentados con pésima resolución lo que imposibilita su análisis y visualización (páginas 8, 167, 254, 280, 281, 503, 504, 506, 509, 510, 514, 518, 519, 520, 521, 530, 531, 562, 563, 882), ¿hay un interés real de presentar la información y los datos para su análisis y revisión o sólo se está buscando cumplir con un trámite para la aprobación de un proyecto?

Abundó que  la justificación del proyecto (página 235) no se incluye un examen de evaluación de verdaderas alternativas que realmente cuestione y evalúe la necesidad y pertinencia de este proyecto.

Tampoco se incluye en la MIA, el modelo del régimen natural del caudal del río Armería que debió de haberse realizado para entender la dinámica y los pulsos naturales del río, y así poder haber calculado de manera más precisa y certera el caudal ecológico.

“En las MIA del P.H. Armería se da muy poca o nula importancia a la dinámica de los sedimentos y los aportes que estos pueden hacer a la formación del delta y de la planicie costera. Esto queda en evidencia pues no se incluye un análisis de los impactos a la geomorfología fluvial, a pesar de que se instalarán sistemas de retención de sedimentos como trampas de sedimentos y desarenadores”.

En cuanto al diseño del caudal ecológico, no se buscó cumplir con las metodologías que recomiendan las buenas prácticas internacionales, sino que este estudio se limitó al cumplimiento de la norma mexicana que regula la estimación del caudal ecológico (NMX-AA-159-SCFI-2012).

Además, no se presenta evidencia de se hayan estudiado los pulsos naturales del río, de que se haya modelado su régimen natural de caudal, ni de que se hayan identificado las especies endémicas criterio-y mucho menos estudiado sus ciclos biológicos-, para diseñar de manera más certera y pertinente el caudal ecológico de los diferentes proyectos.

En cuanto al agua subterránea, sólo se incluyen cinco párrafos de información “nos preguntamos si en prácticamente media hoja es posible describir la dinámica de los flujos de agua subterránea de todo el Sistema Ambiental Regional. Además, no se incluye evidencia de que se hayan estudiado los efectos de modificar la dinámica de los flujos de agua subterránea a través de un proyecto como el que se pretende imponer, y no hay un modelo hidrogeológico que simule esta dinámica”.

En la MIA no se incluye la evaluación de los impactos del proyecto hidroeléctrico sobre el cambio climático, ni se evalúan los efectos del cambio climático sobre los componentes del ecosistema que también serían afectados por el proyecto. Sin embargo, el concepto de cambio climático se menciona en numerosas ocasiones en el estudio, en particular para hablar del “gran compromiso” que ha demostrado México con la agenda internacional de medio ambiente y desarrollo sustentable, al “participar en más 90 acuerdos y protocolos vigentes, siendo líder en temas como cambio climático y biodiversidad”.

Impactos de la línea de transmisión

La línea de transmisión descrita en la MIA implica un voltaje de transmisión de 115 kVa, con una longitud aproximada de 8.5 km., y estaría conformada por 42 torres de celosía auto-soportadas de acero galvanizado, con un derecho de vía de 26 metros. La altura de las torres oscilaría entre 25 y 43.5 metros.

Si bien se incluye en la MIA un informe técnico sobre la línea de transmisión que incluye los criterios y pautas generales para llevar a cabo un proyecto de línea de transmisión de alta tensión y la determinación de los parámetros para el diseño de la misma (página 154), dado los impactos ambientales, sociales y a la salud que puede generar la construcción, operación y mantenimiento de una línea de transmisión, ésta debería de tener su propia Evaluación de Impacto Ambiental, como se reconoce en la página 157 de la MIA, ya que se trata de un proyecto que podría provocar impactos significativos por lo que habría que evaluarlos con un enfoque de impactos acumulativos con respecto a los impactos del proyecto hidroeléctrico asociado.

Entre los posibles impactos identificados para este tipo de proyectos se encuentran: Impactos por su construcción: Desbroce de vegetación, ocupación de tierras e impactos sobre el uso de la tierra, desplazamiento de población, fragmentación y pérdida de hábitat para especies, afectaciones al paisaje, fragmentación y pérdida de hábitat para especies por la construcción de caminos de  acceso, inducción al desarrollo (mayor accesibilidad a las tierras silvestres) y posible modificación a la dinámica de los flujos de agua subterránea por la construcción de los cimientos de las torres.

También se prevén Impactos por su operación y mantenimiento como contaminación de tierra y agua por el control químico de la vegetación dentro del derecho de vía y de vez en cuando la reparación y mantenimiento técnico químico de la línea de transmisión, alteración de los modelos hidrológicos debido al mantenimiento de caminos, peligro para las aves debido a las líneas de transmisión y las torres y riesgos de electrocución.

Por todo lo anterior, exigieron a la Semarnat no autorizar el proyecto “Hidroeléctrica Armería”, que no solo generará impactos ambientales acumulativos sino generará un conflicto socioambiental a lo largo de la cuenca del Río Armería, con los usuarios campesinos, pesqueros, ganaderos, pero también en los Municipios de Colima, Villa de Álvarez, Armería y Manzanillo que se abastecen de este afluente.