REPORTAJE

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Un Museo Encantador

Por: Amador Contreras Torres

Nogueras, Comala. En la ex hacienda de Nogueras, en el contexto de un proyecto cultural de gran calado, se encuentra el Museo Universitario “ Alejandro Rangel Hidalgo”, en dónde se expone la obra representativa del gran artista colimense quien dejó un legado de diseño, color y arte que todavía da, literalmente, la vuelta al mundo, pues su obra se puede encontrar en cualquier lugar del planeta.

Don Alejandro, desde este rincón comalteco hizo realidad la conciliación de localidad y globalidad; un artista colimense y universal a un tiempo con esa explosión de color que emanaba de sus manos prodigiosas y de sus pinceles, desde esta pequeña población que tiene algo mágico, con sus casas de teja y barro, sus calles empedradas, los olores y los sabores de la provincia mexicana. No es un dato menor, que a los 21 años tuvo la oportunidad de trabajar en el taller del gran muralista José Clemente Orozco. Asimismo, Rangel ilustra la obra de sus amigos escritores Juan Rulfo y Juan José Arreola.

En este lugar, en lo que fuera su casa- estudio- taller, don Alejandro Rangel Hidalgo ( Colima 1923-2000), se localiza este museo que rescata lo mejor de la cerámica prehispánica que se encontró en este región y que el artista fue coleccionando para compartirlo con la sociedad a través de este museo con el auspicio de la Universidad de Colima.

 

INTERACCIÓN CON LA COMUNIDAD

 

El artista, de forma intuitiva, fue creando un estilo propio; con una perspectiva holística, totalizadora: un estilo omnicomprensivo, desde la pintura, el diseño, la arquitectura, y no conoció límites para la expresión de su talento artístico, tanto en el diseño de muebles de madera, como de lámparas, arbotantes, candiles de herrería, vidrio soplado, barro.

Su trabajo siempre tuvo una fuerte connotación social, una gran interacción con la comunidad, como la intervención para mejorar el espacio público de Nogueras, la recuperación arquitectónica del Jardín de San José en tiempos de la gobernadora Griselda Álvarez; o bien, la fundación de la Casa de Artesanias Comala, buscando ennoblecer el quehacer de los artesanos locales, con el apoyo del Presidente Luis Echeverría y del entonces gobernador Pablo Silva García. Baste decir que los muebles diseñados por Rangel Hidalgo, adornaron la residencia oficial de Los Pinos en el periodo presidencial 1970-1976, así como de diversas embajadas.

Con una precocidad inusitada que sólo se conoce en los genios. Gana sus primeros concursos a la edad de 6 años. Sus primeros estudios de pintura los hace con el maestro Rafael Heredia en Colima y José Vizcarra en Guadalajara. Desde muy joven trabaja con los arquitectos de gran prestigio como Luis Barragán, un ícono en la arquitectura, ganador del Premio Pritzker. Barragán rescató en su obra el alma de México y le confirió un nuevo sentido al manejo de los colores, las formas y los volúmenes a la arquitectura. Sin duda alguna, Luis Barragán construyó un nuevo paradigma en esta disciplina.

En este museo universitario “ Alejandro Rangel Hidalgo”, hay una sólida interacción de la máxima casa de estudios con la comunidad, con el entorno y su gente. Desde las personas de la comunidad que laboran en estos espacios universitarios, los cursos de verano para niños, entre otras actividades tendientes a tutelar las mejores expresiones del arte y la cultura por parte de la Universidad de Colima.

 

LA VISIÓN DE FUTURO

 

Al generar un estilo propio, lo que se conoce como “Rangeliano”, don Alejandro generó el concepto que se conoce como “naturaleza embellecida. En estos claustros que tienen su patio y corredores de arquitectura tradicional colimota, se aprecian muchas plantas, que preservan la diversidad botánica de la región. Las plantas era algo que le gustaba mucho al laureado artista colimense.

Decía Terencio: “Nada humano me es ajeno”. En este sentido, considero que don Alejandro tuvo visión de futuro, tuvo la capacidad de mirar más delante de su propio trayecto vital. Entendió que la potencia floreciente de la universalidad ha de partir de la cultura local, para que tenga pleno sentido.

LOS TESTIMONIOS

Al acudir a este Museo, los visitantes de México y de otros países quedan gratamente impresionados y dan cuenta de ello a través de testimonios escritos. Por Ejemplo:

“Asombroso; el tiempo, el arte y el hombre pudieron forjar este espacio de reflexión y amor por la tierra original”. Anabel Martínez, México. D.F.

“Molto belle le ambientazoni”. Antonella Guarenghi, Milano.

“La obra de Alejandro Rangel Hidalgo”, es una alabanza a la creación”. Emeterio Romo Pérez, Los Altos de Jalisco.

La Casa Museo es grande. Desde el punto de vista estético es un espacio bellísimo que recrea lo mejor de la cultura y la arquitectura de la región con un enfoque bioclimático. No es un dato menor que en su remodelación, en la década de los noventas, intervino el propio Rangel Hidalgo y los arquitectos Juan Castillo, Gonzalo Villa Chávez, Gabriel Gómez Azpeitia y Juan Urquiaga Blanco.

De forma cotidiana, en el ejercicio de sus funciones sustantivas y adjetivas, la Universidad de Colima sostiene vasos comunicantes con la comunidad. Este museo, forma parte de un vasto complejo cultural que la casa de estudios colimense preserva en el contexto del cumplimiento puntual de su quehacer sustantivo de promoción y difusión del arte y la cultura y como una de las expresiones más altas de su vital inserción en la sociedad colimense.