PERGAMINO BALOMPÉDICO

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Alex Carbajal Berber|ULTRAMEDIA

Los extremos del Madrid, el desmantele del Barcelona

El gol de antología del correcaminos Gareth Bale ante el desafortunado Marc Bartra marca los destinos de ambos clubes de cara al final de temporada. Mientras el galés es un tren a gran velocidad por la banda izquierda, el defensor surgido de La Masía –que curiosamente, antes del clásico declaró que el Madrid le ofreció tres veces más dinero una temporada antes-, es un harapo de emociones perdidas y desorientaciones balompédicas.

Se puede decir ya, que el Barcelona del Tata Martino no va más. Lo que los hinchas culés desean es que el argentino se vaya, para que regrese, al menos espiritualmente, otro argentino que les ha dado todo: Lionel Messi.

Tampoco es que el Madrid se ufane mucho. Ha ganado la Copa del Rey, aunque el verdadero obstáculo de la presente temporada será el Bayern Munich de un viejo conocido, Pep Guardiola. Si la escuadra de Carlo Ancelotti logra vencer a los alemanes en las semis de la Liga de Campeones, entonces sí podremos decir que huele a la Décima Copa de Europa. Antes no. La Liga es otro cuento, donde la puja ganadora es la del Atlético de Madrid, cuadro que como pocas veces, es el favorito, incluso, de las apuestas; sí, ¡que Joaquín Sabina escriba una bulería sobre eso!

Mas la imagen del gol de Bale representa mucho más. Retrata el fracaso del actual modelo de gestión catalán, y la confirmación de la agudeza crítica de la era post Pep. En el año 02 d.G. (después de Guardiola), las renovaciones internas y externas son tan urgentes que ya se empiezan a manejarse versiones de posibles fichajes. El problema es que el presi Bartomeu es muy optimista en poder revertir la decisión de impedir fichajes catalanes en los próximos dos periodos, a lo largo de un año natural. Si no logra convencer a la FIFA, tendrá que replantear su renovación de vestuario sin los seis o siete fichajes que tiene en mente.

No hay duda. El fichaje más urgente para el Barcelona es el recontento de Messi. El argentino, según las teorías conspiratorias del “entorno” culé, está molesto porque presiente que la directiva pretende traspasarlo, y el

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Mesías no desea irse. La otra versión surge por las pistas que nos desvela a cada semana el fundador del barcelonismo moderno, Johann Cruyff. En dado caso, la teoría es que Messi está en huelga. Molesto porque un veintiún añero que no ha ganado nada cobra más que él –sí, Neymar-, el argentino estaría evidenciando que, de él han dependido en los últimos años para que el Barcelona repasara a los clubes de Europa.

La crisis aguda se reflejó más que nunca en menos de una semana. El Barcelona desechó la Liga en Granada, quedó fuera de Europa y perdió la Copa. Y las sensaciones finales son que Tata Martino tiene que irse, antes de que la directiva y él se junten para agravar más la evidente crisis catalana.