PARACAÍDAS

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Unidad y pluralidad universitaria

Por: Rogelio Guedea

Aunque parezca una contradicción, en los tiempos actuales unidad no significa unanimidad como tampoco pluralidad significa divergencia. Nuestro yo se alcanza en la medida en que podemos fundirnos en esa pluralidad que llamamos comunidad. Así, en lo plural es donde adquirimos realmente nuestra dimensión individual. Tal vez por eso la tolerancia es una de las virtudes esenciales para conseguir la paz y la justicia social. Rousseau, en su Contrato social, lo explica muy bien cuando se refiere a la “voluntad general” como la forma perfecta de toda democracia, porque esta “voluntad general” quiere decir “mayoría” y no “unanimidad”, como muchos creen. Refiero lo anterior, porque en los últimos meses el rector de nuestra máxima casa de estudios, Eduardo Hernández Nava, ha tenido como prioridad trabajar por la unidad universitaria, esto es, por armonizar la “voluntad general” de todos los miembros que conforman la comunidad de nuestra casa de estudios en un marco plural que esté regido por la tolerancia. No se trata, pues, en palabras llanas, ni de dar gusto a todos, ni de no dar gusto a nadie, ni de darle la espalda a las minorías ni mucho menos de alentar todo lo que una minoría dicte. Cualquiera de estas formas es errática. Se trata, ya lo dije, de trazar el rumbo que marque la voluntad general, en el sentido que le daba Rousseau. Los que disientan tendrán que hacerlo en un marco de respeto y de legalidad, siempre que estos no sean mayoría, porque no se puede imponer nunca la voluntad particular sobre la general. Los que lo intenten así deberán, sobre todo si llegan a infringir la ley, ser castigados. En nuestra casa de estudios ya hay varios casos que bien podrían tipificar dentro de este ámbito y tendrían que ser sancionados, porque el único momento en que debe prescindirse de la tolerancia es cuando la intolerancia de unos cuantos empieza a afectar a la de la mayoría. El rector  Hernández Nava hace bien en tener como prioridad la unidad universitaria dentro de un clima plural, de ahí que no sólo le interese, como dijo, que ésta se dé entre “las autoridades universitarias, sino en todo los sectores, el SUTUC, la Asociación Colimense de Universitarias, la FEUC, la Asociación de Jubilados y Pensionados de la UdeC, todos unidos en una sola línea de unidad, armonía, paz y buen trabajo por la institución”.  Esta es la única forma en que hombres, sociedades e instituciones se fortalecen, hacen a un lado a aquellos que se afanen en contravenir al bien común y construyen, sin prisa pero sin pausa, su propio porvenir. Nuestra universidad, no lo olvidemos, es mucho más que los intereses de unos cuantos.

 

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