MITOS Y MITOTES

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A DOS SEMANAS DE CAMPAÑA

Por: Florencio Llamas Acosta

A dos semanas de campaña y 17 días para la jornada electoral, el escenario colimense se encuentra abarrotado de política; las calles, casas, carros están cubiertos de propaganda, en radio, prensa y televisión predominan como noticia las actividades proselitistas, y no se diga en redes sociales, pues los candidatos están buscando cerrar con todo la conquista del respaldo ciudadano y dar el último jalón.

Recordemos que el voto es un acto cargado de significados culturales, que refleja en su orientación costumbres, hábitos, preferencias, filias y fobias políticas, pero también el voto es resultado de un proceso político y sociocultural, que refleja al propio votante su pasado, presente y futuro. En este sentido las estrategias de persuasión y seducción de las campañas buscan influir en el comportamiento de los ciudadanos buscado ciertos tipos de votantes.

Si analizamos la lucha por la gubernatura, encontramos que de los 8 candidatos, cuatro son los que más se han destacado, Nacho Peralta del PRI, Jorge Luis Preciado del PAN, Leoncio Moran del Movimiento Ciudadano y Martha Zepeda del PRD, el resto de los participantes poco ruido hacen en este mitote electoral.

Nacho Peralta, candidato del PRI, desde el arranque de campaña centró su estrategia en torno a la fortaleza de su personalidad como un hombre inteligente, preparado, honesto, con arraigo en la entidad, visionario y con capacidad para resolver los problemas de los colimenses, a partir de este eje su mensaje político ha sido el de atraer el voto racional, a partir de mostrar las ventajas comparativas de su perfil buscando conquistar el voto con propuestas lógicamente articuladas, sin embargo, en debate político la fuerza de sus ideas no han penetrado con contundencia por la falta de elocuencia en sus mensajes.

En cambio Jorge Luis Preciado, reconociendo que su perfil no es su fortaleza, ni su trayectoria, ni honestidad están para presumir, por lo que estratégicamente ha centrado su campaña en el debate político y la confrontación, que es un esquema que se le da, también va acorde a su estilo fajador y bravucón, de esta forma con una visión pragmática despreció el clásico voto ideológico del PAN, prefirió buscar el voto clasista, el voto anti-PRI o voto plebiscitario.

Por su parte Leoncio Moran ha utilizado ambos ejes para su campaña, tanto su perfil, presentándose como político honesto, de resultados y con un ropaje como ciudadano, a la par de utilizar el debate en la confrontación de ideas y propuestas tanto con Jorge como con Nacho. La gran debilidad de Locho es la falta de una estructura partidista que lo soporte y la falta de un financiamiento para su campaña. En cuanto al votante que busca seducir es el voto plebiscitario, el voto ideológico del PAN.

Por su parte Martha Zepeda sin una gran trayectoria política, sin tener una fortaleza en el debate político ha buscado desde la izquierda llamar la atención con propuestas que buscan atraer al voto ideológico y algo del voto clasista.

En estas condiciones y a pocos días de la elección, el interés por atraer al voto ganador, a los indecisos, al voto del miedo o al voto útil se incrementa y los candidatos despliegan sus estrategias y mensajes hacia este tipo de votante.

El PRI le sigue apostando al voto racional, además de atraer entre los indecisos al voto ganador, es decir, aquel votante que se inclina al final por quién tenga la mayoría de las preferencias para ser el próximo gobernador.

Por su parte, en el voto del miedo, fue auto promovido en su perjuicio por el propio Jorge Luis Preciado, pues al ponerse la máscara del demonio azul en el debate, se proyectó ante el electorado como una persona con problemas de personalidad y perturbada mentalmente, misma que pone en alerta a los ciudadanos serios que quieren un mejor Colima y lo que menos quieren es a un payaso desquiciado frente al gobierno. ¿O usted cómo lo piensa?

 

 

 

 

*Maestro en Ciencia Política y Administración Pública. Catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Colima.

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