QUINTO INFORME DE MARIO ANGUIANO
Por: Florencio Llamas Acosta
En nuestro sistema político regional, uno de los rituales relevantes de los colimenses son los informes de los gobernadores, pues de acuerdo a los valores y creencias, el titular del ejecutivo estatal es el centro del poder político y en su toma de decisiones influye la vida y el desarrollo de la entidad. Es por ello, que el evento solemne en el que el ejecutivo rinde el informe ante el poder legislativo congrega a la clase política, social y económica, atrae el interés de los medios de comunicación que se vuelcan a cubrir tan concurrido evento y la opinión pública interesada por los temas públicos está pendiente del mensaje político del gobernante.
Cada ritual tiene su propio matiz, pues cada informe tiene una significación distinta a partir del contexto y entorno en el que se presenta. En el primer informe prácticamente se dibuja el perfil de la administración y los ejes estratégicos en los que se centrará la acción de gobierno, en los segundos, terceros y cuartos son la oportunidad para posicionarse y legitimarse como gobierno. El quinto y penúltimo de la administración se encuentra en el arranque del proceso electoral que conduce a la sucesión gubernamental y en la designación de las candidaturas a sucederlo, por lo que este informe adquiere un signo político de mayor relevancia pues es el cierre prácticamente de la acción gubernamental. El sexto y último informe es de trámite y es la única ocasión que este ritual pasan a ser un segundo plano porque el ritual del relevo de mandos y conformación del equipo de la nueva administración atrae el interés de los ciudadanos.
En el caso de Mario Anguiano llega a la rendición de cuentas del quinto año de su administración posicionando en la opinión pública la idea de que “Colima es mejor”, y su principal carta de presentación son los premios y reconocimientos obtenidos como administración. Con un perfil más técnico que político habiendo enfrentado con crisis financiera que lo limitó a ejecutar grandes obras que vistieran y legitimaran su gobierno, y con el incremento de la delincuencia que amenazó la tranquilidad de la población y exigió mayor seguridad en el estado, el gobernador en un análisis objetivo ha buscado trascender en la historia política de Colima aprovechando sus fortalezas y oportunidades y desarrollando acciones innovadoras que no impliquen grandes inversiones.
“No hay quinto malo” dice una frase popular y Mario Anguiano llega al quinto informe en el mejor momento de su gestión como gobernador, su principal logro ha sido modernizar la administración pública estatal, implementar nuevos modelos de gestión pública, incorpora un escrupuloso sistema de planeación y seguimiento de cada una de las metas del plan estatal, el incorporar el uso de las tecnologías de la información a los tramites gubernamentales y buscar la eficiencia de los servicios aplicando un riguroso sistema gestión de la calidad, estrategia que le ha permitido trascender en el ámbito nacional e internacional, obteniendo muchos premios y siendo modelo para muchas entidades del país y en el extranjero.
Sin embargo, como dicen los expertos, gobernar es comunicar y comunicar es gobernar, al respecto creo que todo el gran esfuerzo que ha realizado, este gobierno no lo ha sabido comunicar adecuadamente a los ciudadanos, los cuales no alcanzan a dimensionar que el principal beneficiario y propósito de la modernización con ellos mismos como usuarios y que los premios son la consecuencia de y no el fin principal del gobernador. Yo considero que en el futuro se valorará a la distancia de este gobierno, el gran esfuerzo de Mario Anguiano por hacer de su administración la más eficiente del país para el beneficio de los colimenses, ¿O usted cómo lo piensa?
*Maestro en Ciencia Política y Administración Pública. Catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Colima.
Correo electrónico: [email protected]
Tweett: @LLamasFlorencio