EL FIN, ¿JUSTIFICA LOS MEDIOS?
Por: Florencio Llamas Acosta*
El sociólogo alemán Max Weber al estudiar el comportamiento social plantea que la “acción social” es toda aquella actividad humana que tiene un sentido u orientación hacia el otro, y en su teoría sociológica clasifica cuatro tipos ideales de acción social. La primera es la acción social racional con arreglo a fines, la segunda es la acción social racional con arreglo a valores, la tercera es la acción social tradicional y la última es la acción social emotiva.
En este sentido, Weber dice que el ser humano se mueve por cuatro motivaciones, en las dos últimas, una es impulsada por la costumbre y la otra por los sentimientos, sin embargo en las dos primeras son racionales porque existen intencionalidad al optar de entre todas las alternativas posibles aquella que garantice el alcance de los fines deseados, sin embargo dentro de las dos una se distingue al privilegiar los fines sin importar los medios y la otra orientada por los valores importan tanto los fines como los medios.
Siguiendo con estas dos formas de acción social racional, en el marco de la elección extraordinaria en el estado de Colima, se observa que en la etapa del proceso interno los partidos políticos como el PAN y el Movimiento Ciudadano con sus virtuales candidatos han optado por comportarse racionalmente pero orientado por fines sin importar los valores. Ello se explica al observar que prefirieron recurrir a la farsa y simular una contienda interna con el fin utilitario de ganar tiempo para promocionar y difundir la imagen de sus candidatos. Por su parte el PRI ha preferido al respetar el sentir de su militancia optar por una acción racional con arreglo a valores privilegiando la honestidad y la legalidad registrando un candidato único y sacrificado con ello la oportunidad de hacer promoción política abierta a favor de Nacho Peralta.
La opinión pública es testigo de cómo el Partido Movimiento Ciudadano y su candidato Leoncio Moran que sosteniendo un discurso de honestidad y congruencia, ha caído en la incongruencia y ha buscado engañar a los ciudadanos simulando una contienda interna al registrar a un desconocido de la política local como lo es Juan Carlos Olave y con ello justificar una campaña de publicidad abierta a la población.
De igual forma el PAN, su dirigencia nacional de forma perversa bloquea el registro del diputado Riult Rivera como aspirante a precandidato a la gubernatura por el blanquiazul, por el contrario aprueba el registro del diputado local Luis Humberto Ladino quien de sobra es conocido que son del mismo grupo político al interior de este partido, de ser gente cercana y empleado de Jorge Luis Preciado en el Senado, evidencias sobran, tan es así que antes de ser diputado era el titular del Archivo Histórico y Memoria Legislativa del Senado de la Republica. De esta forma, Jorge Luis Preciado y su “achichincle” el güero Ladino hacen comparsa de una competencia interna entre el jefe y mentor político y su servicial empleado burlándose de su propia militancia y de los votantes.
Los ciudadanos colimenses son inteligentes, críticos y honestos y es una ofensa el que los políticos recurran a este tipo de trucos legales antidemocráticos donde la simulación, la farsa y la mentira, los exhibe de perversos al preferir la oportunidad de una campaña de publicidad que ha respetar la inteligencia de los electores, ¿será que el fin justifica los medios? ¿O usted como lo piensa?
*Maestro en Ciencia Política y Administración Pública. Catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Colima.
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