MITOS Y MITOTES             

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LA FRACCIÓN PRI EN LA LVII LEGISLATURA

Por: Florencio Llamas Acosta

Finalmente como lo establece la  constitución local, el pasado 30 de septiembre concluyó los trabajos de la LVII legislatura estatal. Sin lugar a dudas esta  legislatura pasará a la historia por muchas razones, especialmente  por el proceder político y legislativo de la fracción de PRI, pues su desempeño fue causa de fuertes polémicas que no supo enfrentar y que terminó por desacreditar  su  imagen ante la opinión pública colimense.

La percepción de su desempeño como legisladores por parte del electorado fue un factor determinante que impidió que la mayoría de los 10 integrantes de la fracción  continuaran forjando su carrera política, pues en las pasadas elecciones de junio del 2015 de los 7 que contendieron por un cargo de elección, 6 de ellos perdieron  y sólo uno pudo triunfar. De los seis diputados que pagaron el costo político con la derrota,  3 contendieron en la planilla para la alcaldía de Colima, en la que buscaron  sumar sus capitales políticos como el del diputado del tercer distrito Óscar Valdovinos  y candidato a alcalde; el  diputado del segundo distrito José Antonio Orozco  quien iba como  síndico y  Nachita Molina diputada plurinominal, como primera regidora; que junto con el resto de la fórmula no pudieron ganarse la confianza de la mayoría de los electores de esta municipalidad, sucumbiendo ante su compañero diputado panista Héctor Inzua.

En Tecomán, Armería y Minatitlán  otros tres diputados de la fracción priísta corrieron con la misma suerte, al perder la contienda electoral, pues  Arturo García Arias fue derrotado por Lupillo Negrete del PAN y Esperanza Alcaraz perdió frente al candidato del partido verde y ex presidente municipal Ernesto Márquez Guerrero y Manuel Palacios Rodríguez fue derrotado por Horacio Mancilla por el PVEM. Una suerte similar corrieron los diputados Jesús Villanueva del Partido Nueva Alianza y Mariano Trillo que fueron en coalición con el PRI y que perdieron la alcaldía de Villa de Álvarez y Manzanillo respectivamente.

La pregunta que surge es, ¿por qué no fueron capaces de capitalizar su cargo como diputados y generar el capital político suficiente para ganar la confianza de los electores? En el caso de las derrotas siempre es más fácil hacerse las víctimas y culpar a otros de  lo que cada uno no fue capaz de hacer.

En mi análisis la primera causa es el alejarse de la gente, pues la  falta de sensibilidad y humildad  de los representantes populares los hace perder proximidad con los ciudadanos, quienes castigan la ausencia  retirándoles la confianza y el respaldo. La segunda fue no desarrollar un trabajo estratégico para la gente, con la firme intencionalidad de cumplir las necesidades y con ello conservar y acrecentar el respaldo, por lo tanto, su actividad legislativa y de gestión careció de un trabajo político estratégico con  objetivos claros y metas medibles, dejando a su suerte el resultado  de su actividad legislativa. Una tercera razón fue no querer  o saber comunicar adecuadamente sus logros legislativos  y de gestión social, su falta de capacidad discursiva y argumentativa los colocó en un nivel de anonimato ante los ciudadanos. Y finalmente  al no entender lo que la sociedad esperaba  de los diputados, circunstancia que los hizo ser dócil al  obedecer las instrucciones de su coordinador de la bancada y poner en sus manos el destino de su carrera política, ¿o usted como lo piensa?

 

 

 

 

 

 

 

*Maestro en Ciencia Política y Administración Pública. Catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Colima.

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