La refundación de la universidad

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Por: Amador Contreras Torres

En la sede primigenia de la Universidad de Colima, en ocasión del arranque de los festejos por el 75 aniversario de la casa de estudios, ante la comunidad universitaria y personalidades muy representativas de todos los sectores sociales, en un evento presidido por el rector José Eduardo Hernández Nava, con un equipo selecto de comentaristas, fue presentado el libro “Humberto Silva Ochoa: La refundación de la Universidad de Colima”, cuyo autor es José Luis Ramírez Domínguez, un destacado intelectual, con extenso camino en temas  de planeación, profesor- investigador y secretario técnico de Rectoría.

En su mensaje, el rector José Eduardo Hernández Nava ponderó que Humberto Silva Ochoa,  fortaleció el movimiento que dio origen a la universidad popular  en 1940, al participar en la fundación de la FEC, Federación de Estudiantes Colimenses en enero de 1955, la lucha por la Autonomía en 1962 y por la paridad estudiantil en 1972 y fue el impulsor de la Ley Orgánica que es la que está vigente.

Puntualizó que Humberto Silva cumplió una larga vida de estudio, lucha y trabajo y ha recibido el aprecio y el homenaje de las fuerzas políticas del Estado de Colima. Es quizá el miembro más representativo de una generación virtuosa de universitarios y que entendieron la importancia histórica del momento en que dirigían el destino de nuestra Alma Mater.

Expuso el rector que el texto de referencia, con el auspicio de la Anuies y de la casa de estudios, abre los festejos del 75 aniversario de la institución y rinde homenaje a un forjador de nuestra Alma Máter y hombre de gran valor.

La presentación del libro que nos ocupa, fue ocasión propicia para reflexionar sobre el itinerario de la casa de estudios, el mayor bosquejo educativo que tiene Colima, que ha sido construido por muchas generaciones de colimenses y que pertenece al pueblo de Colima, tal como lo visualizó en su momento, el Presidente de la República general Lázaro Cárdenas del Río, en el contexto de su imaginación política de llevar la educación al pueblo, un marco en el cual emergieron diversas entidades académicas de provincia y, señaladamente, el Instituto Politécnico Nacional.

Para quienes queremos a la universidad, para sus egresados, la presentación de este libro fue un punto de inflexión en la vida de la casa académica que está en el centro del desarrollo estatal. Fue un momento decisivo, en el que la comunidad universitaria en su conjunto y la sociedad, rindieron un emotivo homenaje a uno de sus hijos más preclaros y visionarios, pues, Humberto, más allá del amigo, del maestro, del consejero de muchos que lo conocimos y conversamos en corto con él, fue un estadista que tuvo la visión de refundar a la universidad, de modernizarla y siempre tuvo claro que había que fortalecer su gobierno interno, vigorizar su capacidad de autogestión y de hacer de la autonomía un fuerte valladar para protegerla de las asechanzas externas y para que pudiera, en la paz social y en un clima de tranquilidad, cumplir sus funciones sustantivas y adjetivas, ya en la docencia ya en la investigación científica,  ora en la extensión universitaria ora en la difusión de la cultura o bien en la fuerte vinculación de la casa de estudios con la sociedad.

A Humberto, le debemos, que en los años setentas, siendo apenas secretario general,  promovió un programa cultural y de vinculación con la sociedad que se llamó “La Universidad al pueblo”, que recorrió todo el estado, todos los municipios, de forma itinerante acercando los servicios de la institución a la gente.  Sí algo  tuvo muy claro el licenciado Humberto es que la mejor política es la del servicio a los demás y que la universidad no puede ser una ínsula disociada de su entorno. La universidad sirve al pueblo, promoviendo el florecimiento de todas las potencialidades de los universitarios y porque hay vasos comunicantes entre la sociedad y la universidad. Por eso, la institución, ha sido el motor del desarrollo estatal en las últimas décadas.

En su turno, a nombre de Enrique Fernández Fassnachat, secretario ejecutivo de la Anuies, Margarita Romo López, planteó que Humberto Silva en su quehacer siempre tuvo la aspiración que el desarrollo de la educación superior no puede estar desvinculado de la política y es el espacio propicio para aprovechar los impulsos de diferentes fuerzas, aportando experiencia e inteligencia al servicio de sus fines originarios.

En su oportunidad, el ex rector y ex gobernador, Fernando Moreno Peña disertó ampliamente sobre las virtudes de liderazgo de Humberto Silva Ochoa y realizó una documentada exposición sobre los grupos políticos en Colima,  su incidencia en la universidad y los aportes de la casa de estudios a la vida de Colima y de México.

Señaló que Humberto Silva tuvo el mérito de formar cuadros para la educación  y para la política. Y esa fue una cualidad de Humberto, el de alentar a que se formaran los cuadros y a que participaran activamente en la política, no sólo al interior de la universidad, sino también en el exterior, en los partidos y en la definición del poder, acotó Moreno Peña.

En un emotivo mensaje, Humberto Silva Torres, quien es director de Mercados Sociales de la Sedescol Colima, expuso que su padre fue un hombre visionario y que conducir a la comunidad universitaria, desde la Rectoría, fue la fase culminante de un proyecto personal y generacional para lograr la mejoría de la calidad educativa y para que la educación superior en Colima cumpliera a plenitud sus funciones sustantivas, llevando a la universidad más allá de sus muros para atender a grupos urbanos y comunidades rurales.

Dijo que comandó a los universitarios cuando hubo que defender a la casa de estudios de la embestida de algún gobernador, pero  nunca olvidó que el desarrollo de la institución educativa es más viable en la convivencia pacífica y la cooperación con las autoridades. Ante la cerrazón de quienes gobernaban el estado, buscó el apoyo de quienes mandaban en el país, dijo Humberto Silva Torres, un hombre que lleva en sus genes la vocación política y la pasión por el servicio.

Ahí estaban destacadas personalidades que se han distinguido en el mundo de la academia y de la política. Ahí estaban, los ex erectores Miguel Ángel Aguayo, Ramón Cedillo Nakay, Mario de la Madrid de la Torre, ahí estaban también los amigos de Humberto Silva y que lucharon a brazo partido por lograr la paridad en el Consejo Universitario, Juan José Farías, Arturo Aguilera Cosío, Arturo Figueroa Cárdenas, Jesús Zepeda Álvarez, entre otros. Presentes también su viuda la señora Leticia Castro de Silva y sus hijas;  así como los hermanos del licenciado Humberto: Héctor, Jaime, Yolanda. Su sobrino Héctor Silva Granados, funcionarios, científicos, profesores, entre otras personalidades.

En resumen, fue un evento magno, la presentación de este libro que es  en si mismo, una oportunidad para meditar en torno al itinerario vital de la casa de estudios y su inserción en la vida de Colima y de la patria. Fue también un magnifico arranque de los festejos por el 75 aniversario, lo cual será una gran oportunidad para fortalecer los lazos entre el pueblo de  Colima y su universidad, para juntos construir una mejor edad para todos.