Redacción|COLIMANOTICIAS
Colima, Col.- “La nutrición es y seguirá siendo un pilar importante en la sociedad, sobre todo si se toman en cuenta las consecuencias que la mala alimentación tiene en nuestra salud”, señaló el director de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colima, Gabriel Ceja Espíritu durante la graduación de 40 jóvenes que no sólo tienen el compromiso de ser buenos profesionistas, sino de ayudar a la sociedad a prevenir enfermedades con una buena alimentación.
Ceja Espíritu recordó a los graduados la importancia que tiene un nutriólogo en la sociedad, “ya que la nutrición no se trata de peso o imagen corporal, sino de lograr que las personas tengan una vida plena; el nutriólogo es un agente de cambio; por ello, los invito a trabajar no por dinero ni como un negocio, sino para que la gente aprenda a comer”.
Sobre todo, añadió, si se toma en cuenta que actualmente México y Colima se enfrentan a dos problemas de salud: obesidad y sobrepeso debido a los cambios en el estilo de vida y el patrón de alimentación, “que comprometen y pueden deteriorar seriamente las instituciones de salud”.
En este sentido coincidió Zacnité Vidaurrázaga Manrique, egresada de la licenciatura, ya que durante su paso por las aulas, dijo, comprendieron que la nutrición “es un pilar para lograr una sociedad sana y feliz; somos servidores de la salud. Nuestra responsabilidad es enseñar a la sociedad a desaprender para aprender a nutrirse de verdad”.
“Nuestro paso por la licenciatura –agregó– nos permitió conocer amigos del alma, que espero nos duren para siempre; a veces trabajamos como una familia, otras peleamos, pero así es la vida, como un sube y baja”.
Por su parte Martha Alicia Magaña Echeverría, quien asistió a la ceremonia en representación del rector José Eduardo Hernández Nava, felicitó a estudiantes, profesores y padres de familia por culminar este ciclo de formación académica, especialmente de los nuevos profesionistas que influirán en la vida de muchas personas y del sector salud.
Martha Magaña pidió a los ahora egresados conducirse con profesionalidad y ética; “ver a sus pacientes con calidad y calidez humana, privilegiando las necesidades sociales, porque desde este momento ya no será la Universidad de Colima quien se encargue de evaluarlos, sino la sociedad” finalizó.