Inútil ocultar la realidad de Ángel

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Gerardo Velázquez de León

Al abrir el correo electrónico que manda la Liga MX semanalmente en donde anuncian los castigos a los futbolistas, nunca imaginé que Ángel Reyna no apareciera ahí por sus corrientes, provocadoras y patéticas señas al público en el estadio Luis de la Fuente.

No se puede uno imaginar que la Comisión Disciplinaria sea tan displicente y no se atreva a castigar a un futbolista que lo evidencia la cámara de televisión, la cámara fotográfica y que el árbitro ni cuenta se haya dado.

Terrible que se pueda manipular una cédula de la forma en la que seguramente lo hizo Miguel Ángel Flores en el partido Veracruz vs. Guadalajara, porque fue el único en el estadio, el único en todo el país que no vio como Ángel Reyna se tocó los genitales provocando a los aficionados jarochos. Como tampoco se dio cuenta de la cantidad de proyectiles que le llovieron al jugador del Guadalajara y por eso reaccionó infantilmente como lo hizo.

La secrecía con la que se manejan los reportes arbitrales abre a la especulación. ¿Quién puede salir a informar si realmente reportó estos hecho o bien se hizo de la vista gorda?, porque finalmente está ayudando al Guadalajara que vive una terrible crisis deportiva y que no contar durante tres jornadas con uno de sus estelares sería un duro golpe. Pero también es una golpe a la credibilidad, porque Reyna tiene que ser suspendido, así lo establece el reglamento de sanciones de la Federación Mexicana de Futbol y si le sumamos lo que se estipula en el Código de Ética de la Liga MX, el jugador del Guadalajara no tiene defensa, mucho menos el árbitro que tendenciosamente no informó lo que evidente fue.

Por eso, la Liga MX tiene razón en solicitar abrir una investigación al respecto, no se puede jugar en este tipo de decisiones arbitrarias e insolentes.

¿Se necesita que haya una tragedia para atreverse a sancionar? Lo que hizo Reyna puede causar una gresca incontrolable, un drama y así como se condena la violencia en tribunas, inmediaciones de los estadios y hasta en carreteras provocado por integrantes de barras, este hecho no puede pasar inadvertido, sea quien sea y juegue donde juegue, la Liga MX no debe tolerar que un afiliado suyo rete al público, se toque los genitales en una transmisión a nivel nacional e internacional, y esté tan campante, como si no hubiera pasado maldita la cosa.

La directiva de Chivas por su parte, que siempre ha sido tan quisquillosa en estos asuntos, no debe ser cómplice de Reyna y por más que sea una de sus figuras, anunciar una sanción interna sería lo más saludable, pero también lo más sensato en un grupo de directivos en donde los valores siempre los andan presumiendo. Si despidieron a La Volpe por una falta de respeto a la famosa podóloga ¿porque permitir que Reyna se toque los ‘huevos’ e incite a la violencia?.

Y si piensan que se exagera que volteen a la Liga de Argelia en donde el camerunés Albert Ebossé murió a causa de una pedrada lanzada desde la tribuna. Este drama no fue provocado por el jugador africano y aún así fue herido de muerte, ahora, imaginen a una tribuna enardecida, algunos de ellos con alto nivel de alcohol en las venas y que sean provocados, retados y humillados como lo hizo Ángel Reyna. El jugador de Chivas se equivocó y la sensatez debe prevalecer más allá de una fría y mal redactada cédula arbitral.