Insólito 2

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Por: Mauricio Castillo

La de hoy mis queridos lectores será la penúltima columna, donde creo todos los que hemos seguido esta justa deportiva escribiremos sobre el ‘Mundial Insólito’, como lo hemos llamado por todo lo increíble que ha sucedido en él y alrededor de él. El próximo lunes me atreveré a darles mis impresiones sobre la inesperada Final donde Argentina enfrentará a Alemania en el estadio donde más les dolió a los brasileños. Pero ahora tendré que aclarar que este Mundial nunca nos dejó de sorprender y menos ahora, donde este domingo tendremos la oportunidad de ver lo que nunca antes había sucedido, no sólo en la historia de los Mundiales, sino me atrevo a decir en ningún evento de este tipo.

Y no me estoy refiriendo a que los brasileños jamás imaginaron no sólo no estar en esta esperada Final, sino que además lo haga quién parecía su acérrimo rival, Argentina. Me estoy refiriendo a que por primera ocasión estarán sentadas en el palco de honor del histórico estadio Maracaná, mas recordado por su desafortunado evento de hace 64 años que por otra cosa, tres mandatarias de tres países que en este mundo distinto de hoy, toman las decisiones de tres países muy importantes. Comenzaremos con la polémica Primera Ministro de Brasil, Dilma Rousseff, que ha sido más criticada por el cómo no ha sabido manejar los problemas sociales de su país que por organizar un Mundial y administrarlo a medias.

La segunda será la mandataria de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, quien prácticamente heredó el poder de su difunto marido y que ahora conduce el destino de los argentinos. Y la tercera y que creo es la más poderosa de las tres por cómo influye en las decisiones del mundo, la señora Angela Merkel, Primer Ministro de Alemania. Muy bien.

Las tres estarán sentadas una junto a la otra presenciando la Final de este insólito Mundial, donde jamás se había visto una imagen así, muestra de que vivimos en un mundo muy distinto al que hemos conocido siempre. Estoy seguro que esa imagen dará la vuelta al mundo primero que los goles que puedan surgir en el encuentro futbolístico. Y hablando de eso, sin atreverme a hacer un pronóstico demasiado audaz, yo les digo sin problemas que siempre he creído que Alemania será campeón muy por encima de su rival sudamericano, y además reitero sin problemas que me vale un sorbete si la copa se queda en América o no. Eso lo discutiremos en mi siguiente columna del lunes.

Por otro lado completamente distinto, habrá que decir que llama la atención otra extraña coincidencia, ya que es la única vez que ha habido dos Papas vivos, uno en funciones y otro retirado en la historia actual de la Iglesia Católica, y resulta que uno es argentino y el otro alemán.

Estoy seguro que cada uno rezará por su país, pero de lo que no habrá duda es que Dios estará muy atento a esta insólita Final, y no sabemos a quién le va. Lo único que nuestro Señor Padre no debería permitir es otra ‘mano de Dios’ como la de Maradona en el Mundial de 1986. Ánimo y que gane el mejor… que sigo creyendo que es Alemania. Nos leemos el lunes. Saludos.