*·Jóvenes prefieren las cuestiones materiales
Óscar Cervantes|COLIMANOTICIAS
Colima, Col.- Actualmente se presenta una crisis al interior de la Iglesia Católica para una vida consagrada, donde muestra de ello es la reducción del más de 50% de participación de mujeres para convertirse en religiosas.
Así lo dieron a conocer en rueda de prensa Religiosas de las Congregaciones de la Diócesis de Colima, quienes coincidieron en señalar que las cuestiones materiales y otros aspectos entre los jóvenes han provocado el desinterés de conocer la experiencia de vida con el seguimiento a Jesús.
Recordaron que el Papa Francisco convocó a un año de vida consagrada, mismo que comenzó el 30 de noviembre de 2014 y terminará el 2 de febrero de 2016, sin embargo la religiosa Socorro Hurtado Madrigal, miembro de la Congregación de las Misioneras Eucarísticas de María Inmaculada, indica que tienen pocas vocaciones, y es una situación que ocurre en todas partes.
Reiteró que en todas las congregaciones del mundo viven una crisis vocacional y de identidad por el exceso de acumulación de las cosas material.
Explicó que la sociedad es cambiante, por tanto no es la misma de hace 10 años, además de que existe una crisis en todos los sentidos, que se traduce en una situación compleja.
Recordó que años atrás eran entre 10 y 12 jóvenes de nuevo ingreso, y tras un año de experiencia clarificaban su vocación, mientras en la actualidad son tres o cuatro, cuando mucho, de nuevo ingreso.
“Actualmente son otras prioridades de los jóvenes que quieren prepararse y estudiar, pero también quieren dinero, quieren tener un patrimonio, una nueva vida”, reconoció.
En ese sentido, aseguró que hay jóvenes que conocen el seguimiento de Jesús y se deciden por él, lo cual consideró bueno porque ellos tienen otra mirada, otra formación y otras expectativas.
Insistió que en los jóvenes de hoy, lo trascedente es un atractivo, porque estamos inmersos en un mundo material que no llena a nadie, y la vida consagrada no se entretiene en las cosas materiales sino va más allá, lleva una alegría profunda como parte del seguimiento a Jesús.
La religiosa de la Congregación de las Misioneras Eucarísticas de María Inmaculada, Socorro Hurtado Madrigal, dijo que hablar de consagrados significa reconocer que la vida consagrada es un signo visible y profético del Reino.
Aseveró que su afán es implementar, motivar, animar, crear la fraternidad en estos tiempos difíciles, “estamos viviendo un mundo complejo y la vida religiosa es un signo transformador de la sociedad”.
Finalmente, las religiosas expusieron que actualmente son 250 mujeres para atender toda la Diócesis de Colima en las diferentes actividades de servicio a la población.