Por Hesed Sinai Cisneros Olivera
Eduardo Galeano, extraordinario escritor uruguayo y enamorado del balompié decía: “el fútbol es la única religión que no tiene ateos”. Recientemente lo he comprobado al asistir al Estadio Olímpico Universitario para presenciar los encuentros del representativo de nuestra máxima casa de estudios colimense en la liga de ascenso MX. Las tribunas del estadio se han convertido en un sinfín de emociones, donde coinciden niños, jóvenes, adultos y ancianos sin importar el estatus social, religión, sexo, nivel educativo, etcétera.
Cada sábado, en el Olímpico, el fútbol no da la oportunidad de convivir, de gritar, de aplaudir, de sentir, de ser feliz, son los 90 minutos donde la sociedad colimense se une para apoyar al equipo local, distrayéndose un poco de las múltiples problemáticas en las que nos encontramos inmersos, no olvidándonos de ellas, como los enemigos del fútbol opinan.
El fin de semana, nuestro equipo local recibe al solanero de la liga, el Tampico Madero, un equipo tradición, el cual vivió sus mejores momentos en los 80´s, incluso llego a ser finalista en año de 1985, la cual perdió contra las Águilas de América.
Estimados amigos y amigas, nos vemos a las 7:00 en el Olímpico, para apoyar a nuestros queridos Loros.