CULTURALIA

0

NI LOS RECUERDOS…ENTRE LA IGNORANCIA, EL FANATISMO Y LA BARBARIE

Por: Noé Guerra

Todos los vimos, el video circuló por las redes sociales y la televisión internacional lo difundió, con los rostros semicubiertos, actuaban armados con marros y taladros, con sogas y picos, era un puñado de presuntos seguidores del Estado Islámico, quienes con saña una a una fueron destruyendo una docena o más esculturas, eran piezas asirias y acadias de antigüedad milenaria. El vídeo, cuyo contenido ha confirmado la UNESCO, es el último testimonio de ese grupo extremista que aspira a gobernar sobre los musulmanes del mundo, aunque sea borrando la historia y exterminando a cuantos ellos suponen opositores. Pero no es lo único, según fuentes internacionales la semana pasada también arrasaron con la biblioteca central de esa misma ciudad del norte de Irak.

Ya lo dijo Irina Bokova, la directora general de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), antes de pedir una reunión urgente del Consejo de Seguridad: “Es un ataque deliberado contra la historia y la cultura universal  y de Irak y una abierta incitación a la violencia y al odio”. Quien abundó informando que se han destruido o desfigurado piezas escultóricas representativas de Hatra, declarado patrimonio mundial, así como otras piezas arqueológicas de Nínive albergadas en el Museo de Mosul. “El vídeo muestra la destrucción de la colección en dicho Museo y un toro alado de las Puertas de Nínive”, según Suzanne E. Bott, de proyectos para Irak y Afganistán del Instituto Drachman: “Confirmo los dos lugares porque estuve en el museo en 2010 y en las Puertas de la antigua capital asiria en 2009”. “Si se ratifica, sería un desastre y revelaría la voluntad de ese grupo de llevar a cabo no sólo una limpieza étnica sino también cultural”, dijo Axel Plathe, director de UNESCO en Irak.

La situación es en extremo grave, sin acceso libre a Mosul desde que los yihadistas tomaron la ciudad hace ocho meses, resulta difícil para los expertos evaluar los daños. Hasta ahora los presuntos culpables se habían mostrado más interesados en traficar con el patrimonio que en destruirlo para financiar sus actividades. El reto es enorme ya que, según informes, 1.800 de los 12.000 sitios arqueológicos de Irak se encuentran en la zona controlada por ese grupo empeñado en borrar cualquier testimonio del pasado preislámico, lo que por sí es una verdadera barbarie que solo corresponde a la interpretación extrema del islam conocida como salafismo que considera “idolatría” el cuidado y preservación de esculturas y tumbas históricas de importancia cultural universal.

Por ejemplo, el toro alado, o lamasu, es una de las figuras más representativas de la civilización asiria, que ocupó Mesopotamia entre los siglos XVIII y VI antes de Cristo. Para muchos estudiosos o simples amantes de la historia, su pérdida rememora la demolición a cañonazos de los Budas de Bamiyán por parte de talibanes afganos en 2001. Se trata de patrimonio de la humanidad. Olvidan que la destrucción de los testimonios del pasado actualmente ya no cambia la historia.

No entienden que en la actualidad la gente aún podrá conocerla a través de otras fuentes, que su acción es infructuosa, aunque es de lamentar que los agresores ignoren y no respeten el incalculable valor de lo que están destruyendo. Pero hay algo más que motivos religiosos en su forma de actuar. Incluso si el vídeo fuera un montaje, no dejaría de ser un mensaje estratégico en un momento en el que la comunidad internacional está hablando de recuperar Mosul. Saben del valor que Occidente concede a las piezas arqueológicas y quieren asustar acerca de lo que podría ocurrir. Lo que explicaría otras informaciones, difíciles de verificar, de que han dispuesto explosivos en la muralla y las puertas y amenazan con hacerlos estallar si ven amenazado su control. “Quieren destruir los símbolos de la cultura de Irak que no corresponden con sus creencias, pero también mostrar su poder.

¿Pero, por qué nos debe ocupar y preocupar esta situación de aquel lejano lugar? Bueno, como se sabe la tradición cultural de Irak es fundamentalmente árabe, aunque mucho antes de la llegada del islam el área conocida como Mesopotamia fuera el centro de las civilizaciones sumeria, babilonia y asiria, la cuna de la cultura occidental, parte de nuestra herencia cultural. De la influencia artística árabe perviven valiosas muestras como la mezquita de Kadhmain, el palacio de los Abasíes y el santuario de Samarra. La delicada artesanía iraquí es famosa especialmente por sus alfombras. Entre sus museos están el iraquí, con piezas de las primeras culturas, el de Historia Natural, y el Militar, todos en Bagdad; el de Babilonia, que expone maquetas y pinturas de la antigüedad; mientras que el de Mosul, como se aprecia en la destrucción, mantenía arte asirio. Sus principales bibliotecas son: la de la Universidad de Basora, la recientemente saqueada y destruida de Mosul, y la de Bagdad, la del Museo Iraquí, la Nacional y la Central de la Universidad de Bagdad. Patrimonio cultural universal que cómo se ven las cosas está en riesgo ante el creciente fanatismo religioso y apoderamiento de este radical grupo del Estado Islámico.