Por: Martina Milagros Robles Sánchez
En el marco de las competencias, la planeación se concibe como la toma de conciencia del docente sobre todo lo que implica el desarrollo de una competencia, para poder diseñar la situación didáctica que realmente asegure que el estudiante la despliegue (Frade: 2008).
Para planear por competencias, se debe de tomar en cuenta los siguientes pasos: elegir la competencia que señala el programa, identificar los indicadores de desempeño (aprendizajes esperados) que descibren el contenido de la competencia, plantear la situación didáctica diseñando el escenario para favorecer el desarrollo de la misma de acuerdo a las necesidades e intereses de los alumnos a través de casos, experimentos, proyectos, resolución de problemas, visitas, entre otras estrategias centradas en el aprendizaje.
A partir de la estrategia seleccionada, plantear uno o varios conflictos cognitivos que motiven al alumno a resolverlos, después se diseña la secuencia de las actividades para resolver dicho conflicto cognitivo, poniendo en juego las habilidades y conocimientos del alumnado, plantear una situación de cierre con la elaboración de un producto (esquema, mapa conceptual, ensayo, resumen), reunir los materiales necesarios para la situación didáctica y elaborar los instrumentos que van a evaluar los indicadores de desempeño plasmados al inicio de la planeación.
Los instrumentos deberán valorar los procesos de los alumnos y evidenciar los logros o aprendizajes esperados alcanzados por medio de rúbricas, portafolios, listas de cotejo, registros de observación, entre otros.
Es importante resaltar, que la planeación por competencias requiere de compromiso y creatividad por parte del docente; demás de mayor preparación para aplicar el enfoque de manera pertinente y así lograr el perfil deseado de los planes y programas de estudio.