Por: Gerardo Velázquez de León
El reglamento de la Liga MX es muy claro y la prohibición de exponer en las tribunas mantas está señalado puntualmente. El artículo 80 del Sistema Nacional de Competencia es claro y al pie de la letra dice: “… deberán prohibir a los asistentes e integrantes de los Grupos de Animación, la introducción a los Estadios de: paraguas, bombas de humo, bengalas, objetos inflamables, cohetes o similares, objetos que contengan pólvora, fuegos artificiales, dispositivos láser, pancartas con textos ofensivos al honor, rollos de papel, papel picado, trapos, banderas monumentales aunque sea sólo contengan los colores y/o logotipo del Club, playeras, tendederos, y/o mantas de todo género”.
Así que en la entrada de cada puerta de un estadio debe existir seguridad que cumpla plenamente con este artículo, sino los clubes están en el riesgo de ser sancionados, claro, si es que realmente no ‘se hacen de la vista gorda’ en la Comisión Disciplinaria y el comisario reporta lo que en verdad sucede en cada estadio. Es muy común observar que los aficionados ingresan con muchas cosas de las antes mencionadas y nada, no existe castigo. Es muy sencillo, al Guadalajara lo deben sancionar, bueno, realmente multar entre 200 a 2 mil días de salario mínimo, esto equivale en pesos y centavos a 13,458 hasta 134,580 pesos, como se señala en el Reglamento de Sanciones.
Pero esto va más allá de una ridícula multa, lo preocupante es la corrupción que existe en las entradas de los estadios que no es revisada a fondo y así como pueden ingresar con una manta provocativa, también lo pueden hacer con armas blancas y de fuego, alcohol y drogas, etc. No es tampoco la burla que se vio en el partido del martes por la noche en la pancarta que decía: “Chi-Vas a Descender”, fue la intolerancia de los aficionados del Guadalajara, que si bien tres tipos lograron mañosamente exhibir el trapo la leyenda, la golpiza inmisericorde que recibieron fue inhumana y si no hubiera sido por los policías ahí presentes estaríamos hablando de una noche dramática. Pero no nada más fue la manta y la golpiza, ahora resulta que uno de los tres detenidos, y único que continúa encerrado, fue acusado de robo. ¿Robo? ¿A quién y qué robó? ¿Quién lo denunció? O simplemente se convirtió en el ‘chivo expiatorio’ de una noche absurda en el Omnilife.
El estadio de Celaya fue vetado por un hecho similar, una bronca entre aficionados locales y atlantistas en la jornada anterior del Ascenso MX. Al Guadalajara lo deben vetar, lo deben multar. De lo contrario sería una burla el reglamento, a las propias reglas que ellos mismos crearon.
Caso distinto pasó en Monterrey, pero que también tiene connotaciones graves. No se debe permitir que un afiliado del futbol como lo es Herculez Gómez le diga perros a los periodistas, que se burle de los aficionados de Tigres y no reciba castigo alguno. Si hace algunas semanas Humberto Hernández fue sancionado económicamente por poner en duda la honestidad del arbitraje, o a Ángel Reyna que se tocó los testículos en señal provocativa contra el público en Veracruz y fue sancionado también con dinero, lo del estadounidense debe ser revisado y ejecutada una sanción de inmediato. No es chisme, no es rumor, ahí está un video que lo prueba o ¿aplicarán el silencio como sucedió en el 2010 cuando se vio claramente a Ricardo Ferretti convenciendo a aficionados a los Tigres a golpear a un señor que llevaba una camiseta de Pumas en las canchas de entrenamiento de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Nuevo León? Ahí está el video publicado en nuestra casa editorial en el canal de YouTube.
Todos tienen derecho a equivocarse, pero por eso hay reglamentos, para aplicarlos.