Y sigue sin pasar nada
Por: André Marín
Cruzazulear se ha vuelto una moda en el país. La acumulación de fracasos del equipo celeste se volvió normal y esta semana con la eliminación en la Copa a manos del Querétaro nos recordó que aquello sigue más presente que nunca.
En este momento están fuera de la Copa, están fuera de la zona de liguilla y su técnico está suspendido por faltarle al respeto a los árbitros el fin de semana anterior.
Además, no juegan a nada, tienen una de las plantillas más ricas del futbol mexicano y eso no se refleja en la cancha.
Yo estaba seguro de que el pasado miércoles por la noche, luego de la eliminación, Guillermo Álvarez citaría urgentemente a Eduardo de la Torre para tomar decisiones drásticas de cara a los últimos cuatro partidos de Liga, en los que tienen que ganar por lo menos tres y esperar combinaciones para saber si se meten a la liguilla o acumulan cinco torneos sin clasificar.
Había que tomar decisiones drásticas. Había que despedir a Tomás Boy y había que hacer algo. Provocar un terremoto al interior de la institución buscando salvar el campeonato, pero otra vez, no pasó nada.
Hoy contra el Puebla deben ganar, pero no deben confundirse porque el partido de hoy lo ganaría cualquier entrenador, es más, si los propios jugadores se ponen de acuerdo en el vestidor, pueden sacar adelante el marcador por la simple calidad que tienen.
Cruz Azul nos duele a todos. No se merece vivir este tipo de historias y lo que más duele es que no se ve por dónde se pueda solucionar.
Cada año pierde más aficionados, cada año es menos importante su presencia, cada año son más un equipo común y corriente.
Tomás ya tendría que haber tirado la toalla y presentar su renuncia. Los jugadores están hartos de él, su estilo nunca funcionó en Cruz Azul y sus cartas credenciales se vienen abajo en unos días cuando sea despedido.
Ahora, otra vez a buscar técnico y otra vez a empezar desde cero. No les queda de otra.
Yo estaba seguro que el miércoles por la noche el propietario del equipo tomaría una medida radical y diferente, buscando levantar el ánimo y tratando de salvar el torneo.
Pero no pasó nada, porque sigue sin pasar nada.
Me dueles Cruz Azul.
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