Por Mario Acevedo Manzano
Al tú por tú el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) le disputa el poder al Gobierno del Estado, ya los mafiosos habían demostrado su poder cuando asesinaron hace unas semanas a 15 policías en una emboscada en carreteras estatales, después, en un día festivo nacional como fue el primero de mayo, inician una demostración de fuerza y poder incendiando y taponando las vías generales de comunicación, la guerra de los Narcos y el Gobierno de Jalisco se extendió a los estados limítrofes de Michoacán, Aguascalientes, Colima y Nayarit y el Gobierno estatal y federal como el chinito ¡nada mas milando!
Algo anda mal en el occidente de México cuando una banda de criminales con actos terroristas exhibe a los gobiernos estatal y federal como ineptos e ineficientes para dar seguridad a sus gobernados, a su vez, los gobiernos municipales prácticamente están rebasados por el crimen y poco o nada hacen para cumplir su responsabilidad.
La parte buena del conflicto entre Narcos y Gobierno es que, demuestran no haber ningún acuerdo entre ellos, la parte mala es que el gobierno federal y estatal carecen de una capacidad de respuesta rápida para combatir a la delincuencia y las políticas públicas en seguridad nacional son un fracaso a pesar de la inversión federal dedicada al combate del crimen organizado.
El diablo de la política puede tener metida la cola en Jalisco y Peña Nieto deja morir solo a Aristóteles Sandoval gobernador del Estado para debilitarlos en la próxima sucesión del gobierno federal, es la única explicación racional de los hechos violentos de Jalisco y la mínima reacción del gobierno federal en apoyo a los jaliscienses.
Poco a poco al mapa nacional se tiñe de rojo, primero fue Michoacán, Morelos, Guerrero, Tamaulipas y Veracruz, y se agregan, Estado de México, Jalisco y Chiapas, ¿cuantas entidades más se pintaran de rojo? No lo sabemos, pero, queda claro, la falla del Gobierno federal en el combate a la delincuencia es un hecho y se deben renovar la estrategia federal en la lucha anticrimen.
A un poco más de treinta días de las elecciones estatales y federales para renovar la Cámara de Diputados Federal, Gobiernos y Congresos estatales, la violencia en Jalisco puede cambiar el voto ciudadano hacia nuevas expectativas de gobierno en donde el ciudadano apoye a candidatos que ofrezcan mayores garantías al combate a la delincuencia, se nota, tanto Aristóteles como Peña Nieto no pueden con el paquete y resuena aquella famosa frase del Sr. Alejandro Martí quien, en plena reunión de la Comisión Nacional de Seguridad Publica les dijo: si no pueden renuncien. La duda esta para el próximo domingo 7 de junio cuando los ciudadanos vayan a votar y la delincuencia encienda vehículos y tape carreteras y si los Ciudadanos no salen a votar en las próximas elecciones ganará aquel Partido político que tenga el mayor voto duro y el PRI será el partido político más beneficiado.
En Colima el crimen organizado también provoco pánico e inseguridad con el incendio de vehículos y taponamiento de carreteras y vimos los colimenses una reacción lenta y tardía de las autoridades para combatir al crimen y a los criminales, a la fecha, el gobierno federal y estatal no hacen una declaración pública para conocer qué fue lo que paso y como lo están combatiendo, o ¿acaso en Colima no hay gobierno para combatir la delincuencia? Y quedan impunes todos los actos violentos en contra de seguridad pública.
Mientras el Gobierno no incluya a la Sociedad en los Planes y Programas dedicados a la seguridad nacional la delincuencia seguirá sin castigo y, al final de cuentas, lo único que le queda a la gente es la autodefensa, para allá vamos ante la incapacidad del Estado mexicano de cumplir con una de sus principales funciones, y no es otra, la de dar seguridad pública a sus ciudadanos.
A poco no…es de elemental sentido común no cambiar de tripulación en el viaje de un Navío, en el PRI de Villa de Álvarez no entienden razones y hacen un cambio que de seguro será perjudicial a sus candidatos. Indira y Yulenny serán candidatas ganadoras ante un PRI dividido.