ANÁLISIS

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La economía en nuestro país: crisis recurrente

Por: Luis Ávila Aguilar

Nuestro país siempre ha vivido,  no cabe duda,  crisis económicas recurrentes, de hecho pareciera que desde nuestro nacimiento y de las generaciones de hoy,  hemos crecido  bajo los efectos de las crisis económicas que se  expresan  en conflictos, desaliento social, bajo nivel de vida en la población e inseguridad pública entre otros, que tiene hoy a México con un cifra reconocida de más de 50 millones de mexicanos considerados pobres y más de 20 millones sin trabajo.

Pareciera que en el pecado lleváramos los mexicanos la penitencia, sobre todos quienes menos tienen pues  se ven obligados a buscar el sustento de cada día, ya que por una parte,  tenemos un territorio lleno de riquezas naturales, como litorales, bosques, selvas, superficies ampliamente cultivables, minería, espacio aéreo y lo más importante,   recursos tales como la generación de energía eléctrica y la petrolera y por  otra,  una mala administración de los recursos y sistema tributario y fiscal inequitativo.

Es cierto que el contexto internacional ha  impactado negativamente  en la  economía,  al ser estas globalizadas,  pero también,  influyen los malos manejos administrativos y la falta de probidad de los funcionarios al interior,    lo que ha dado como resultado  un alto endeudamiento externo y un saqueo histórico de las arcas y los recursos públicos,  que nos colocan como una de las economías con los más altos índices de corrupción y de crisis económica.

El petróleo y su caída internacional en el  precio,  es clave en ese momento crucial ya que ha obligado al estado a anunciar recortes importantes en el gasto público,  que comprometen  a reducir los programas sociales  en casi uno por ciento del Producto Interno Bruto con el recorte natural de programas sociales, obras a inversiones importantes para el desarrollo de la nación.

En  la actualidad, es cierto también,  que  hemos  sobrevivido a la crisis económica  internacional, en donde las grandes potencias  globales como Europa, Asia y Estados Unidos han visto tambalear sus finanzas,  tal es el caso de  Grecia y España por citar dos ejemplos;  esto,  gracias a nuestras fortalezas naturales arriba descritas y bien o mal, a la administración gubernativa que han tenido la precaución de realizar un blindaje económico  que nos ha protegido ante el desastre de los precios internacionales del petróleo, fuente de nuestro sistema financiero.

Esperemos que lleguen mejores tiempos y que esta crisis económica internacional no afecte e impacte drásticamente  al bolsillo de las microeconomías, que las reformas estructurales llevadas a cabo por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto y claro,  los diputados y senadores que su sumaron a ellas,  fructifiquen  positivamente y no sólo en beneficio de unos cuantos como históricamente ha ocurrido, para que no existan más pretextos en  aumentar el precio de la gasolina, el  gas, telefonía y la electricidad.  Que se exprese en  mejor  calidad en  la educación,  vivienda para quienes no tienen,  mayor cobertura  en  salud  y mejores condiciones de vida para todos los mexicanos.