ADULANDO AL FUTBOL

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Por: Jorge Martínez

LOS FIELES DEL BALOMPIÉ…

Con el arranque del torneo Apertura 2014 del futbol mexicano, podemos argumentar que está de vuelta la fiesta, la adrenalina, el nervio, la emoción, la frustración, el ensueño, el encanto, la desesperación, la ansiedad y el regocijo.

Fueron contados los partidos destacados donde predominó el buen futbol, el espectáculo, los goles y la magia, rasgos preponderantes que ensalzan a este deporte; y aunque estamos conscientes que habrán de pasar por lo menos de 3 a 4 jornadas, si bien nos va, para irle viendo forma a todos los clubes y por ende disfrutar en pleno la competencia, la paciencia se agotará y la presión incrementará.

Los que nunca fallan son los fieles, ellos están presentes desde el principio hasta el fin… Según el censo de la Femexfut, fueron 221 mil 956 aficionados que presenciaron en la comodidad de su respectiva butaca la jornada inaugural de La LIGA MX, la mejor entrada en los últimos tres torneos de apertura.

Pero la inestable y mudable situación que temporada tras temporada caracteriza al campeonato liguero, hace endebles a los devotos y también víctimas por su necesidad, hambre y sed de futbol; se conforman con poco y a cambio dan todo, de inmediato creen y se involucran como consumidores acudiendo al estadio a pagar con esfuerzos y sacrificios una cantidad alta por consumos que van desde el boleto hasta las chelas. En ese sentido, no basta pues: “para ser, hay que parecer”, ¡pregona el dicho!, entonces habrá que adquirir toda clase de productos: playeras, gorras, chamarras, etc., a costos realmente exagerados, viles, ruines y detestables, si consideramos que la mayoría de los creyentes son pueblo, raza y barrio… para no hacerla larga, todo lo resuelve la piratería, pues es la única manera de uniformar a la familia.

Ellos –los fieles- todo lo soportan y lo atestiguan: la ausencia de buenos cotejos, las inclemencias del clima, la falta de compromiso y de títulos, pero ahí siguen haciéndose presentes sin fallar, sin faltar, a veces sin comer, en muletas, en sillas de ruedas, enfermos, fracturados, desvelados, crudos, convalecientes, etc.,. Pero siempre en la lista de asistencia;  Entonces es allí –en el inmueble- cuando nos damos cuenta que los esfuerzos y sacrificios de esos feligreses pamboleros, no son recompensados a la par o de inmediato por parte de sus héroes.

El seguidor a veces entiende mejor de lo que uno se imagina y bueno, el cliente siempre quiere más por menos; ese propenso también sabe leer entre líneas y es consciente de que su equipo anda bien o no, si le echa ganas o no, si se la parte o no. pero a pesar de todo, su pasión lo termina haciendo cómplice de esa mimesis.

Ojala y de inmediato, podamos ver goles, golazos, dribles, gambetas, triangulaciones, encares, espectáculo, entrega, garra y pasión en nuestro campeonato recién nacido. En ese tenor, me gustaría pedirles a los estrategas que inician este Apertura 2014, que se rijan por la verdadera esencia del futbol, esa máxima universal que expresa y habla sobre los goles, el ataque como mejor defensa, el abrir el campo, el arriesgar, el correr, el presionar, el golear y el ganar. Que no se mientan como muchos otros que conocemos y se han atrevido a declarar por su medianía e incapacidad: “para goleadas solo el Bayern”, por ejemplo.

Ustedes mejor que nadie pueden provocar las grandes batallas épicas e inolvidables dentro del terreno de juego y por qué no, revivirlas semana a semana con un planteamiento nada medroso y dejar de jugar a las caiditas, al contragolpe o a la desesperación del rival. No habría mejor recompensa para esos fieles que solo piden una oportunidad.

En promedio, los nueve partidos contaron con la presencia de 24 mil 662 personas; superando las entradas del Apertura 2012 y Apertura 2013, que tuvieron un promedio de 21 mil 886 y 20 mil 172 aficionados respectivamente.

Porque no nos equivoquemos, ahora que inicia floja la fase regular del Apertura 2014, el aficionado seguirá llenando estadios, no por tonto e iluso, sino por fiel; y como fiel será apasionado, noble y honesto. Y cuando por falta de centavos no tenga la capacidad de desplazarse, se arrastrará entre las masas para corear y vitorear entre las multitudes el nombre de su equipo, de su bandera y de su ídolo. Por eso mismo, necesitamos una liga menos enferma, y estando menos enferma, sabrá reconocer a sus fieles evitando una metástasis peligrosa donde comenzarán a reclamar sus derechos y su potestad.  ¡Sin que nos gane el sentimiento, hasta la próxima!…

 

Contacto: [email protected] Twitter: jorgemtzpires